DON QUIJOTE DE LA MANCHA. CAPÍTULO 2.73
Se hicieron las palabras en la pluma de Cervantes para provocar desasosiego. Una jaula y malos agüeros para sembrar el desconcierto entre los lectores nos recibe a la entrada de la aldea.
Dos chiquillos que juegan y discuten por una jaula de grillos en las eras del pueblo – no sabemos si llenas de mies a pesar de ser verano –. Como si el autor quisiera reforzar hasta el final la estructura circular de la novela, recurre a una jaula pequeña con carga simbólica, en clara referencia a otra jaula de mayores dimensiones, cargada en un carro y tirada por lentos, tediosos bueyes que sirvió para transportar a DQ y su locura en la anterior entrada en la aldea. La humillación al rucio de S, animal que no ha dado un ruido a lo largo de toda la obra, vestido con las ropas que antes ridiculizaron a su amo, se suma a la misma apreciación.
"Malum signum! Malum signum! Liebre huye, galgos la siguen: ¡Dulcinea no parece!"
1964-Madrid-Nacional
1964-Madrid-Nacional
Como un añadido a la escena primera de los presagios, nuestros protagonistas entran en la aldea. El cura y el bachiller, que rezan juntos en un prado, son receptores primeros de la amargura de DQ que regresa vencido. Les da cuenta de los proyectos pastoriles que ocuparán el año de enclaustramiento. A continuación, la presentación en casa de DQ donde los reciben el ama y Teresa.
En efecto, el misterio de las palabras de los muchachos: “[…] no la has de ver en todos los días de tu vida.”, unido a la liebre acosada por unos galgos que se refugia entre las patas del rucio de S, le parecen a DQ la prueba de que los azotes a los árboles no han sido suficiente penitencia para desencantar a Dulcinea. El escudero, definitivamente responsable de su amo, le consuela.
Inmediatamente después se topan con el clero que, a lo suyo, reza en un prado colindante. El Bachiller Carrasco y el cura se hacen caraba y al alimón entonan sus rezos para conjurar la atmósfera fantástica que tan magistralmente Cervantes había dibujado en las eras del pueblo. En procesión, la comitiva que va recogiendo los desocupados por el camino, se presenta en casa de DQ. Allí son recibidos por el ama y su sobrina que no se han mudado de casa durante su ausencia. Teresa y Sanchica llegan, se extrañan y se llevan a S, desaliñado y cojitranco. Aspeado de los pies por la larga caminata. No sospechan que la mala apariencia no impide la bolsa llena de S desgobernado. Tampoco ponen reparos a la procedencia.
Sansón Carrasco (que se había dado más prisa en el regreso a la aldea desde las playas de Barcino) y el cura acceden a la invitación de la nueva locura de DQ. Le acompañarán de pastores en el proyecto pastoril que pretende llevar a cabo en su año de clausura. Esperan que un año sea tiempo suficiente para sanarle de su locura. Sin embargo, no parecen claras las intenciones del bachiller que le sigue la corriente al afirmar “yo soy celebérrimo poeta”. No pierde ocasión de pegarse como una lapa al caballero andante. Sabe que a su vera cogerá fama inmortal. Le propone nombres de pastoras a las que dedicarles versos. DQ ya tiene a su Dulcinea, que como persiste en su ausencia, es compatible con el oficio de pastora. Le dirige unos elogios que ya nos suenan a despedida. El cura las prefiere de nombre más manejable y pastueñas. S tiene a su Teresaina. DQ gasta las pocas fuerzas que aún le restan para esbozar una sonrisa del diminutivo cuando acaba de verla como una Teresona en jarras.
Al quedarse a solas con las mujeres que le quieren querer, le cantan las cuarenta. Con sus exigencias, descubren la debilidad de DQ que ya no se siente en condiciones físicas, pide que lo lleven al lecho, pero que asegura que cumplirá con sus compromisos de Caballero Andante o por andar.
No me resisto a citar la apreciación de don Miguel de Unamuno sobre el ama:
"Acudió el ama al oír lo de los pastores a aconsejar a su amo, y le dijo “ estése en su casa, atienda a su hacienda, confiese a menudo, favorezca a los pobres, y sobre mi ánima si mal le fuere". Esta buena ama habla poco, pero cuando rompe a hablar se vacía en pocas palabras. ¡Y qué bien discurre!, ¡con cuánto seso! Lo que aconsejó a su amo es lo que nos aconsejan los que dicen querernos bien".
No es menester más. ¿Para qué prolongarlo?
Joan Manuel Serrat puso voz y música a este excelente poema de León Felipe. Lo mejor es escucharlo y escucharlo para comprender la esencia de la amargura de Don Quijote.
13 comentarios:
Me llama la atención tu título, me gusta además el del amigo Cornelivs... a la grupa hemos caminado durante todo este tiempo... si a Don Quijote no se le olvidará su aventura...a nosotros desde luego nos marcó un antes y un después de esta forma de leer. un abrazo
Ya vamos llegando al final, querido Pancho... Qué tristeza. Excelente el video de Serrat, sobre todo el detalle de poner ese cuadro de Picasso al final. Se ve que nuestro Quijo vuelve a ser un niño y Roci también ha rejuvenecido... Muchos besotes, M.
Es significativa la reacción de Sansón Carrasco tras escuchar a don Quijote los detalles de su vencimiento: "soy grandisimo poeta"
Me ha gustado mucho tu entrada, Pancho, y en especial esa cita de Unamuno que yo desconocia: "es lo que nos aconsejan los que dicen querernos bien". Estupendo.
Este bachiller carrasco cada dia es mas estùpido: "Soy celebérrimo pieta". Y por lo que parece, humilde tambien (Grrr...)
Yo le responderia al bachiller carrasco con palabras del propio Unamuno: "Dice que lo sabe todo, absolutamente todo. Figúrese lo tonto que será".
(Creo que resultará obvia mi antipatía hacia el bachiller carrasco, grrr...)
;)
Un abrazo.
FE DE ERRATAS. Donde dice pieta, lease poeta.
Disculpas.
Buenos días, pancho:
Hoy quiero que te llegue mi ENHORABUENA, con mayúsculas.
Más que EXCELENTE, tu comentario-entrada, tus ilustraciones y el enlace del vídeo. ¡Qué maravillosamente bien recita Héctor Alterio!. ¡Y qué grandísimo León Felipe!.
He comprobado que en fecha 23 de agosto de 2009, en el blog del profesor Gutiérrez Turrión, ‘Desde mi terraza’ ya íbamos en el camino acompañando a nuestro querido hidalgo, junto con el profesor Ojeda.
Por cierto, no pienso leer el capítulo 2.74., de momento. No quiero volver a llorar como una magdalena. Como diría el sabio profesor Julián Marías, en mi persona, tras esta lectura dirigida, se ha producido una interpenetración con D. QUIJOTE.
Saludos. Gelu
Esa imagen primera lo dice todo.
Parecido nos encontramos todos, y espera al último capítulo.
La música de Serrat es la misma que yo puse como tema de fondo en aquél vídeo que hice en su día, pero aquí se aprecia mucho mejor la letra. Y las imágenes que la acompañan van muy a tono.
Un beso
Cuántas veces le hemos pedido que nos haga un sitio en su montura. Batallemos.
Me gusta mucho el paralelismo que haces entre jaula grande , la de los bueyes, y jaula mínima y ridícula, la de unos grillos, juego de niños.
Acabo de ensabanar a don Quijote, con la última foto de mi comentario. Está malo y pide que lo lleven a la lecho, pero que no se preocupen el ama y la sobrina, ya pastor, ya andante, él vela por ellas, las quiere.
Un abrazo
Tucci: Si no hubiera sido por el grupo y la idea de Pedro, yo seguiría sin leer el Quijote.
Merche: Si Pedro no tiene inconveniente, aquí seguimos con otra obra. Ahora que le vamos cogiendo el tranquillo, no sería plan deshacer el grupo.
Paco: Este Bachiller es un capullo; socarrón hasta el final.
Cornelius: Unamuno encontró una mina en El Quijote y su obsesión de inmortalidad. En algunos momentos parece un personaje con nobles sentimientos: quiere que DQ sane y vuelva a la aldea. En otros se parece a los duques.
Gelu: Gracias por tus palabras. Supongo que algo iremos aprendiendo después de tantas semanas escribiendo sobre la obra. Me acuerdo perfectamente de la entrada de Antonio. Es como otra obligación leerle diariamente y aprender, uno de los grandes. No creo que le moleste que le copie el título, verso del poema de León Felipe. He ido a leerle de nuevo: ahora se le entiende mejor lo que escribe.
Asun: Gracias por el enlace. Además con protagonismo. Tu mérito es mucho mayor, era un trabajo de producción propia. Yo sólo tuve que buscar el enlace.
Abejita: Igual meto la pata en el paralelismo, pero conociendo a Cervantes, creo que por ahí van los tiros. Ya vi tus fotos. Debes tener una colección para que cuadren tan bien con el texto.
Un abrazo a todos y gracias por vuestra visita y comentario.
Gracias por las palabras en los comentarios a esta entrada tuya.
En efecto, ya todo anticipa el final: y la buena de la ama, sentencia. Unamuno tenía razón.
Pedro: Don Miguel sentencia: "Esta buena ama habla poco, pero cuando rompe a hablar se vacía en pocas palabras." Qué bien expresado por una persona simple que no entiende de dobles personalidades, sólo que quiere bien a su amo.
Esta lectura ya va unida a lo que Unamuno dice. Lástima que lo descubriera casi al final, por las referencias de Cosmo.
Gracias por tu visita y comentario.
Excelentes las ilustraciones y el video con Serrat. Cabalgamos todos hacia el final y es muy triste, pero una realidad que aunque no querrámos, se nos impuso a golpes.
Besos
Myr: Poco importa la muerte de DQ, su vida sigue en los sueños de los lectores de todas las generaciones. Esta canción pertenecía a un disco en el que pasaba desapercibida. Ahora adquiere su verdadero significado. Ha sido un redescubrimiento, después de tantos años.
Gracias por la visita y comentario.
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