Hace no mucho descubrí que en la sala de máquinas del blog hay un apartado donde se muestran las páginas más leídas o que más veces han sido visitadas por los lectores. Desde ese momento un clip a la pestaña de estadísticas suele acompañar la visita diaria a blogger para cumplir con los requisitos que se te exigen a la hora de subir una entrada o entrar en los blogs amigos para comentar.
La sorpresa surgió al comprobar que la entrada Chorrovío, que fue una de las primeras que subí al comenzar la andadura en esta ventana de Internet, es también de las primeras en la lista. En ella lanzaba el guante para que si a algún historiador le interesaba el asunto, investigara sobre la refriega contra los franceses. Como si el autor, Manuel S. Calderero Sánchez , autor del magnífico blog Tierra Charra lo hubiera leído, da cumplida respuesta a la sugerencia. Con mucha generosidad y amabilidad por su parte, de la que le estoy agradecido, me ha dado permiso para hacer uso de su investigación.
Parece ser que a las tropas aliadas, anglo – portuguesas y españolas - estacionadas en San Felices de los Gallegos le llegaron informes de la ruta que seguía un “grupo de reconocimiento de caballería francés cuyo objetivo era conectar con las tropas de la misma nacionalidad al mando del mariscal Soult que operaba en Portugal”. La acción debió tener lugar en este contexto. A las tropas se le unieron algunos lugareños de los pueblos cercanos, que fueron los que sufrieron el mayor número de bajas. El final del documento adjunto corrobora la impresión que expuse de que la escaramuza no debió de ser muy exitosa para los paisanos. Algo que nada es de extrañar al tener que vérselas con los bregados ejércitos de Napoleón vencedores en mil batallas.
Copio sus palabras: “Veamos cómo se da cuenta de esta acción en el parte que la Junta de Ciudad Rodrigo envía el 16 de Marzo de 1809 a la Junta Suprema radicada por aquellas fechas en la ciudad de Sevilla y que mereció ser publicado en la Gaceta del Gobierno del viernes 31 de Marzo de 1809 (eso sí, eliminando algún párrafo del mismo por el que se podía sacar la conclusión de que las cosas no fueron muy favorables a nuestro bando)” :
“Había dilatado esta Junta [de Ciudad Rodrigo] dar parte a V.M. del ataque ocurrido en la tarde del 11 del corriente [Marzo], en las inmediaciones de la villa de Lumbrales hasta recibir avisos que pudiesen dar una idea más clara del suceso, lo que ya se ha verificado. Con noticia que tuvo el coronel Inglés Wilson, que mandaba las tropas españolas situadas en la villa de S. Felices y otros pueblos inmediatos, de que un destacamento de caballería francesa se dirigía a la de Lumbrales, distante ocho leguas de esta plaza, hizo pasar a ella estas; y dejando .allí una compañía de voluntarios de la misma, las situó con los paisanos, que de ambos pueblos se presentaron armados del modo posible llenos del mayor entusiasmo, en los puestos ventajosos que ofrecía el terreno en sus alturas y cercados. Se dejó ver a poco tiempo .una pequeña partida de caballería francesa, y los paisanos ansiosos de llegar a las manos, dejando el punto que ocupaban la persiguieron; pero luego que bajaron al llano, fueron acometidos por el destacamento, que aprovechó aquella ocasión. La resistencia, así de parte del paisanaje, como de la tropa fue propia del valor español. Por nuestra parte hubo bastantes heridos y como veinte muertos, los mas paisanos. Entre los que perecieron se cuenta D. Josef Quintanilla, teniente de la primera compañía de voluntarios de esta plaza, que habiendo dado siempre pruebas de espíritu, lo manifestó completamente en esta ocasión. Su pérdida es más sensible por dejar una mujer joven, y una madre anciana que no tenían otro apoyo. También quedaron heridos dos oficiales del batallón de Ávila, el uno gravísimamente y que acaso habrá muerto a estas horas. La pérdida de los franceses ha sido mayor, pues, aunque solo dejaron en el campo de batalla seis hombres muertos, se sabe que al retirarse hacia el pueblo de Vitigudino, llevaban 57 caballos sin jinetes, y que desde dicho pueblo condujeron hace tres días tres carros de heridos a la villa de Ledesma. Entre los muertos se cuenta el Comandante del destacamento francés. Aunque el poco orden del paisanaje en esta acción, ocasionó al fin algún extravío en las tropas, éstas están ya casi reunidas en el punto de San Felices y recogidas algunas armas que abandonaron en la fuga.”
El sabor de una batalla con la banda sonora de Barry Lyndon, para terminar y amenizar este trocito de historia local:
La sorpresa surgió al comprobar que la entrada Chorrovío, que fue una de las primeras que subí al comenzar la andadura en esta ventana de Internet, es también de las primeras en la lista. En ella lanzaba el guante para que si a algún historiador le interesaba el asunto, investigara sobre la refriega contra los franceses. Como si el autor, Manuel S. Calderero Sánchez , autor del magnífico blog Tierra Charra lo hubiera leído, da cumplida respuesta a la sugerencia. Con mucha generosidad y amabilidad por su parte, de la que le estoy agradecido, me ha dado permiso para hacer uso de su investigación.
Parece ser que a las tropas aliadas, anglo – portuguesas y españolas - estacionadas en San Felices de los Gallegos le llegaron informes de la ruta que seguía un “grupo de reconocimiento de caballería francés cuyo objetivo era conectar con las tropas de la misma nacionalidad al mando del mariscal Soult que operaba en Portugal”. La acción debió tener lugar en este contexto. A las tropas se le unieron algunos lugareños de los pueblos cercanos, que fueron los que sufrieron el mayor número de bajas. El final del documento adjunto corrobora la impresión que expuse de que la escaramuza no debió de ser muy exitosa para los paisanos. Algo que nada es de extrañar al tener que vérselas con los bregados ejércitos de Napoleón vencedores en mil batallas.
Copio sus palabras: “Veamos cómo se da cuenta de esta acción en el parte que la Junta de Ciudad Rodrigo envía el 16 de Marzo de 1809 a la Junta Suprema radicada por aquellas fechas en la ciudad de Sevilla y que mereció ser publicado en la Gaceta del Gobierno del viernes 31 de Marzo de 1809 (eso sí, eliminando algún párrafo del mismo por el que se podía sacar la conclusión de que las cosas no fueron muy favorables a nuestro bando)” :
“Había dilatado esta Junta [de Ciudad Rodrigo] dar parte a V.M. del ataque ocurrido en la tarde del 11 del corriente [Marzo], en las inmediaciones de la villa de Lumbrales hasta recibir avisos que pudiesen dar una idea más clara del suceso, lo que ya se ha verificado. Con noticia que tuvo el coronel Inglés Wilson, que mandaba las tropas españolas situadas en la villa de S. Felices y otros pueblos inmediatos, de que un destacamento de caballería francesa se dirigía a la de Lumbrales, distante ocho leguas de esta plaza, hizo pasar a ella estas; y dejando .allí una compañía de voluntarios de la misma, las situó con los paisanos, que de ambos pueblos se presentaron armados del modo posible llenos del mayor entusiasmo, en los puestos ventajosos que ofrecía el terreno en sus alturas y cercados. Se dejó ver a poco tiempo .una pequeña partida de caballería francesa, y los paisanos ansiosos de llegar a las manos, dejando el punto que ocupaban la persiguieron; pero luego que bajaron al llano, fueron acometidos por el destacamento, que aprovechó aquella ocasión. La resistencia, así de parte del paisanaje, como de la tropa fue propia del valor español. Por nuestra parte hubo bastantes heridos y como veinte muertos, los mas paisanos. Entre los que perecieron se cuenta D. Josef Quintanilla, teniente de la primera compañía de voluntarios de esta plaza, que habiendo dado siempre pruebas de espíritu, lo manifestó completamente en esta ocasión. Su pérdida es más sensible por dejar una mujer joven, y una madre anciana que no tenían otro apoyo. También quedaron heridos dos oficiales del batallón de Ávila, el uno gravísimamente y que acaso habrá muerto a estas horas. La pérdida de los franceses ha sido mayor, pues, aunque solo dejaron en el campo de batalla seis hombres muertos, se sabe que al retirarse hacia el pueblo de Vitigudino, llevaban 57 caballos sin jinetes, y que desde dicho pueblo condujeron hace tres días tres carros de heridos a la villa de Ledesma. Entre los muertos se cuenta el Comandante del destacamento francés. Aunque el poco orden del paisanaje en esta acción, ocasionó al fin algún extravío en las tropas, éstas están ya casi reunidas en el punto de San Felices y recogidas algunas armas que abandonaron en la fuga.”
Archivo Histórico Nacional, Estado, legajo 65 G, número 267
El sabor de una batalla con la banda sonora de Barry Lyndon, para terminar y amenizar este trocito de historia local:
10 comentarios:
los esfuerzos, el empeño y el cariño que les ponemos a las cosas, a veces dan su fruto. un abrazo
No conocía ésta herramienta de blogger, pero me he metido, como tú dices, en la sala de máquinas, y la he descubierto.
Es curioso cómo una entrada que se publicó hace tanto tiempo sigue captando la atención de la gente. A mi también me ha sorprendido en el mio. Los misterios de Internet.
Besos
Doscientos años despues se ha celebrado una recreación histórica de dicho combate con la llegada a Burgos de mas de 300 participantes procedentes de grupos de recreación histórica militar de España, Francia, Gran Bretaña e Italia
Gracias por este fragmento de Historia que yo no conocía.
Besos
¿Dónde se encuentra ese gadget de Blogger? Por cierto, volveré con calma a leer esta interesante batalla épica. Besotes, M.
Tucci: Cierto, la suerte hay que buscarla.
Asun: Es que no perdemos el tiempo en trastear las cosas.
Batalla de Gamonal: Hace tiempo supe por los blogs burgaleses que se celebraba este homenaje. Parece un acto del cuartel, cuando la mili.
Myr: Supongo que todos los sitios tienen su historia.
Merche: Esta pestaña está en la página principal de blogger. La que pone "estadística".
Un abrazo y gracias por vuestra visita y comentario.
Me temo que la nuestra ni siquiera tuvo banda sonora.
Excelente.
Pedro: Esto fue una guerra sin música: murieron más de veinte.
Gracias por tus palabras.
Buen trabajo. Hoy afortunada o desgraciadamente -ya no distingo- se prodigan conmemoraciones de batallas, basta con que un personaje haya pisado la calle del pueblo para que se monte una celebración.
Años despreciando la historia y ahora la utilizamos para el turismo sostenible.
Gracias por poner un punto de cordura en semejante lio.
Paco: Gracias a ti por la visita y comentario.
Me imaginaba que si este hecho había permanecido como una nebulosa en la zona era porque había poco que celebrar. El dolor y las derrotas saben poco de homenajes, pero gracias al trabajo de Manuel Calderero de Villavieja sabemos un poco más de nuestra intrahistoria.
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