domingo, 6 de mayo de 2012

La melodía torna eterno el presente





No es fácil - por pequeña y sencilla - encontrar la tumba de Charles Baudelaire en el Cementerio de Montparnasse.Las flores no se mustian; sus palabras poéticas son paletadas de colores y música. 

La huesa del poeta es la verdad más verdadera. Cubierto de nieve escucha el silencio hondo de las músicas no audibles. 
Post mórtem. 
Su palabra sembrada no descansa sola. Deja una huella de sueños que no borra la nieve fría del olvido y la memoria. Guía el paso de sus lectores y pone letra - se funde- a la música de los vivos.


 


 ¿Quién llega a lo más alto? 

 Las cenizas del maestro fray
 Luis de León 
Escuchan 
Las músicas de Telemann, de Hume, 
de Frescobaldi.
 ¿Y qué misterio es éste de la música 
 derrotando a la muerte? 
¿Quién llega más allá en este combate 
de cenizas y músicas?
 ¿Quién baja a lo más hondo y 
llega a lo más alto?
 Y para los que, concertados, 
escuchamos, 
¿dónde está la verdad más verdadera: 
en la muerte ahí presente 
 o en la embriagadora melodía? 
 ¡Son tan bellas, tan dulces, estas 
 músicas!
 La melodía torna eterno el presente. 
 Los cuerpos vivos sienten
 los sonidos sublimes, 
mas escuchan también, ese silencio
 de aquél que oyera músicas más altas
 y ahora es ceniza, sólo huesa 
 que acaso oiga otras músicas no audibles. 

Extracto de "El Combate de la ceniza y la música"






6 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Siempre hemos sabido que son los poetas los que podrán salvarnos.

Myriam dijo...

Amén, Amén, Amén
Que nos salven los poetas.

Merche Pallarés dijo...

Antonio Colinas, magnífico poeta. A ver si es verdad y los poetas nos salvan... ¿Visitaste también el Père Lachaise? Besotes, M.

Gelu dijo...

Buenas noches, pancho:

He entrado varias veces a leer esta entrada y cada vez se me ha ocurrido una cosa diferente.
Y además, las fotografías.
Es para comentar detalles, con tiempo.
Te dejo un enlace: La música – Baudelaire .

Un abrazo

matrioska_verde dijo...

dónde está la verdad más verdadera:
en la muerte ahí presente
o en la embriagadora melodía?
¡Son tan bellas, tan dulces, estas
músicas!

poco que añadir.

biquiños,

Ele Bergón dijo...

¡Cómo me gusta esta entrada tan llena de poesía y de música! Tanto Baudelaire, como Antonio Colinas son dos poetas a quién admiro y eso que llevo tiempo ya sin leer sus versos. Ahora tengo ocasión de hacerlo con este poema que has puesto de Antonio Colinas.

He estado varias veces en París, sin embargo, aún no conozco el cementerio de Montparnasse, me lo tendré que mirar.

Un abrazo

Luz