jueves, 9 de junio de 2011

Yo sé un himno gigante y extraño: sugerencias que doce versos de Bécquer provocan

"cadencias que el aire dilata en la sombra"

Café Bécquer de Salamanca


Yo sé un himno gigante y extraño
que anuncia en la noche del alma una aurora,
y estas páginas son de este himno
cadencias que el aire dilata en la sombra.

Yo quisiera escribirlo, del hombre
domando el rebelde, mezquino idioma,
con palabras que fuesen a un tiempo
suspiros y risas, colores y notas.

Pero en vano es luchar; que no hay cifra
capaz de encerrarle, y apenas ¡oh hermosa!
si teniendo en mis manos las tuyas
pudiera, al oído, cantártelo a solas.


Si GAB hubiera vivido en el S. XXI, habría sido el bloguero perfecto o el tuitero más intenso. Sus rimas tomadas de una en una se ajustan a la extensión de una entrada; sus poemas caben en un verso como el pensamiento entregado al breve espacio de un aforismo cifrado. A ello le ayudó su constante búsqueda de lo auténtico, su mirada atenta a la tradición que hunde sus raíces en generaciones de antepasados que nos conforman, esencia desvestida de artificio. Consigue, como nadie, elevar el lenguaje cotidiano a una categoría superior, de ahí su modernidad entre tantas generaciones de lectores.

GAB encuentra en la tradición de su tierra andaluza el molde en el que encauzar el caudal creador de poesía que le brota espontáneo como un torbellino de su corazón doliente. En su proceso creativo parte de la existencia del magma poético, “gigante y extraño”, difícil de acotar y definir. Sus poemas son fragmentos del todo poético inabarcable, arrancados a la racanería del idioma, no sin lucha.

El poeta utiliza los doce versos de la rima: “Yo sé un himno gigante y extraño” para explicar sus intenciones poéticas. Estructura el poema en tres estrofas independientes que viajan desde lo etéreo y abstracto a lo concreto. De la noche del alma y del aire que dilata la sombra, al roce físico de las manos y al oído que salva de la incomunicación de la soledad porque recibe, entiende e interpreta el mensaje. En su viaje no se olvida de resaltar el hecho creador, la lucha del poeta para que al casar las palabras resulten significantes al oyente.

Da la impresión de que el autor no quiere dejar lugar a la duda, nada de formulas de cortesía ni plural de modestia. Comienza la primera estrofa con “Yo sé”. Repite el pronombre en el comienzo de la segunda, pero ya suavizando la pretendida arrogancia inicial con el uso de un subjuntivo: “Yo quisiera escribirlo”. Sin embargo, lo que pudiera parecer a primera vista prepotencia del poeta por la presencia de tanto yo, lo hace para humillarse en la última. Aquí, declara su impotencia ante la labor ingente que abruma de pequeñez al poeta, incapaz de someter a su sensibilidad “al rebelde, mezquino idioma”. Sólo la inspiración, con forma de amor de mujer, puede sacarle de la aridez creativa.

Desde un punto de vista fonético, ni la métrica, ni la rima siguen un esquema fijo: (9, 12, 9, 12) (10, 11, 10, 12) (10, 11,10, 11). Sin embargo, la composición tiene un ritmo prodigioso, como si todos los elementos del poema estuvieran sometidos a la armonía estética y la musicalidad del mismo.

GAB elige vocablos sencillos de la lengua común que creen imágenes y al mismo tiempo despierten la imaginación del lector para su poema primero. Destaca el uso del modo indicativo en los verbos de la primera estrofa: sé, anuncia, son y dilata. Con ello nos narra la realidad de la que parte. En la segunda el poeta intenta expresar sus deseos y las dudas que le asaltan a través del uso del modo subjuntivo: quisiera y fuesen. Deseos y dudas que mantiene al final con el uso de pudiera. A destacar también desde el nivel morfológico y sintáctico la repetición de infinitivos: escribirlo, luchar, encerrarle y cantártelo, tres de ellos con objeto directo referidos al “himno gigante y extraño” que sin duda contribuyen a dar cohesión al poema. Hecho en el que abunda la repetición de los demostrativos “estas” y “este” del tercer verso: “y estas páginas son de este himno”. Como asimismo lo hace la conjunción “y” en: “suspiros y risas, colores y notas”.


Existen dos combinaciones de sustantivo con dos adjetivos; pospuestos: “Un himno gigante y extraño” y antepuestos: “el rebelde, mezquino idioma” merecedores de comentario no sólo por ser los únicos adjetivos del poema (con la excepción de la exclamación que acompaña a la interjección ¡Oh hermosa!) sino por el hecho de su posición. Dice la gramática que en el primer caso aportan un matiz preciso y objetivo y en el segundo le conceden al sustantivo un carácter subjetivo. Que el lector dé o quite razón, si es que alguien sigue el hilo.

En definitiva, para GAB la poesía es algo que está por encima del hombre. Es la cristalización del arte en un verso: “suspiros y risas, colores y notas”. La fusión de la palabra, la pintura y la música en un poema. Triste como los quejíos de un cantaor que acompaña el rasgueo de una guitarra flamenca y alegre y saltarín como el corazón que brinca de amor adolescente, o la luz “que anuncia en la noche del alma una aurora”. Todo eso y mucho más son Bécquer y su poesía.

El ritmo que hechiza:




Este comentario pertenece al club de lectura que desde La Acequia dirige su autor, el profesor Pedro Ojeda Escudero.

13 comentarios:

Gelu dijo...

Buenas noches, pancho:

¡Felicidades!
¡Impresionante!, el estudio de esta 11.Rima(I), pero ahora ¿qué voy a poder escribir yo?.
Tendré que limitarme a poner un enlace a esta entrada.
Bueno, por decir algo, en la 17.RIMA (LIX), encontraremos tres 'Yo sé';
dos 'y yo lo sé';
dos:'Tú lo sabes',
y tres ¿Te ríes...?
...
Saludos.

Merche Pallarés dijo...

¡Qué buena lección de gramática! Me ha gustado mucho tu disección poética. Voy a ver el video. Besotes, M.

Merche Pallarés dijo...

Lo he visto ¡precioso! Lo único que he echado en falta es que no hubiera más fotos de rosas. Besotes de nuevo, M.

Paco Cuesta dijo...

Denso y documentado preludio al comienzo de la lectura colectiva.
Un abrazo

Ele Bergón dijo...

He visto el video dos veces y lo voy a volver a repetir. Las rosas amarillas son mis preferidas.¡Que´ armonia tan perfecta entre la muscia y las palabras! Cada nota musical es una palabra de Becquer.

Bello tambien es el analisis que haces de esta rima de Becquer y eso que a mi no me suele gustar el analizar los poemas, prefiero sentirlos. Toda esta entrada se siente, se siente y muy dentro.

Enhorabuena

Besos

Luz

Merche, yo creo que esta bien con solo una rosa amarilla, pues si hubiese mas podria distraer el contenido.

matrioska_verde dijo...

en serio te digo que me ha encantado este meticuloso comentario de la rima porque me sorprende comprobar todos esos detalles en los que no reparamos cuando leemos sin fijarnos minuciosamente.

¡me ha parecido increíble!

como profana que soy en la materia, a mí ya me choca mucho el primer verso porque me parece que contiene unos adjetivos muy originales y diferentes a los que irían mejor con la palabra "himno".

biquiños,

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Has dado algunas claves a tener siempre en cuenta en esta excelente entrada tuya: la condición de Bécquer como autor al día (que hoy hubiera usado, en efecto, las herramientas de Internet), la fusión de tradición y modernidad, la herencia andaluza, etc.
Otra cosa que bien propone tu ilustración y en lo que no había caído yo hasta ahora: al igual que sucede con Cervantes y El Quijote, hay muchos lugares con el nombre de Bécquer, especialmente cafés. ¿Nos atrevemos a traerlos todos a la lectura?

Abejita de la Vega dijo...

Leemos la rima, la sentimos, escuchamos su música dentro de nosotros y nos vamos a tu excelente análisis. Perfecto.

Bécquer hubiera sido feliz con un ordenador y con Internet, lo que no sé si hubiera solucionado su problema económico.

No sé si hay algún café Bécquer por aquí...

Besos, Pancho.

Asun dijo...

Si hubiera sido usuario de las nuevas tecnología a lo mejor no se habrían perdido sus poemas, o sí, vaya usted a saber, porque de estos artilugios tampoco te puedes fiar al cien por cien.

La disección gramatical del poema... perfecta.

Besos

Myriam dijo...

Ya me pondré al dia con Bécquer.

Acabo de regresar de Colombia del entierro de mi padre, por eso mi súbita ausencia del mundo de los blogs que espero sepas perdonar.

Besos

Myriam dijo...

AL fin llegué a leerte con calma, porque mi Dios, si que has estado prolíferamente "currado" a la española (en Argentina "Curro" es otra cosa)

También creo que Bécquer hubiera sido bloguero.

Un abrazo

Myriam dijo...

PD. ¡Precioso el video!

Estrella dijo...

Hola, Pancho, vengo desde La Acequia para pillaros el paso en esta lectura de Becquer. Me encanta este anáslisis que has hecho, ayuda a profundizar mucho más en los poemas.

Saludos