viernes, 8 de abril de 2011

Reflexiones al paso sobre la trilogía dantesca de Oscar Esquivias




Portadas de las tres novelas.


Uno de los aspectos comunes que más llaman la atención del tratamiento que Oscar Esquivias hace de los personajes de sus novelas es la exageración de algunos rasgos de su personalidad, cercana al esperpento. De ese modo observamos cómo acentúa el machismo de los protagonistas masculinos de Viene la Noche, o se recrea en la descripción de la violencia irracional que asalta a los personajes de La ciudad del Gran Rey o la intolerancia llevada al extremo del fanatismo de los golpistas de Inquietud en el Paraíso. Como si con ello nos quisiera hacer ver que esas ideologías excesivas llevaron al trágico desencuentro de la Guerra Civil, o que no se puso todo lo que había que poner para buscar lugares de encuentro, que todas las energías se gastaron en radicalismos estériles. Al hilo de esta reflexión recuerdo esta imagen de intelectuales republicanos un par de meses antes de la proclamación de la Segunda República. Se detecta una cierta falta de conexión entre ellos que luego se vería refrendada en la manera distinta con que afrontaron el compromiso republicano una vez que se declaró la Guerra Civil:


De izquierda a derecha, Antonio Machado, Gregorio Marañón, José Ortega y Gasset, y Ramón Pérez de Ayala, en el teatro Juan Bravo, de Segovia, el 14 de febrero de 1931. (Foto Alfonso)



Todo comienza el 13 de julio de 1936 en un teatro de Burgos con una conferencia a cargo de don Cosme Herrera en la que afirma que el relato del Paraíso y del Infierno de la Divina Comedia de Dante es pura ficción literaria; sin embargo, -continúa afirmando – la narración del Purgatorio responde a la realidad vivida por Dante. Es decir, lo que a los lectores le parece más irreal y fantástico, que es precisamente La Ciudad del Gran Rey, es lo que más se parece a la realidad española del momento. Mil cien páginas más tarde nada parece haber cambiado del momento inicial. El final de Viene la Noche coincide en el tiempo con uno de los momentos más tristes de la historia española; el 15 de febrero de 2007 se juzga a los sospechosos de la matanza de los trenes de cercanías de Madrid. Como si no hubiéramos aprendido nada de la historia y siempre estuviéramos regresando a los orígenes.



De la misma forma que en El Hereje de Delibes los predicadores de la fe tienen una importancia crucial en el desenlace final del Auto de Fe de Valladolid de 21 de Mayo de 1559. No conviene olvidar que en España se había aceptado una cierta reforma en la iglesia con el Cardenal Cisneros y la influencia europea de Lutero provocó no pocos enfrentamientos y conflictos. También en la trilogía hay abundancia de predicadores con planteamientos enfrentados. En el episodio de los trenes hay un componente importante de enfrentamiento de religiones muchas veces provocado desde los púlpitos, poniendo de relieve la escasa evolución de las sociedades a pesar de los siglos.


Igualmente, existe un cierto paralelismo entre el comportamiento de Cipriano Salcedo y Benjamín en relación con sus mujeres: Teodomira y Teresa, al menos en las consecuencias, porque ambas siguieron un camino paralelo de deterioro que las llevó a la locura: Teo, internada en el hospital de Medina del Campo y Teresa, tratando de recuperarse en el Centro de Día de la Cruz Roja. Por último, destacar la habilidad del autor para variar la manera de dar comienzo a las novelas, siempre atento a no repetir fórmulas, lo que nos da una idea de la facilidad con la que se maneja en la novela actual. Por nuestra parte terminamos por donde el autor comienza: las tres citas de la Divina Comedia:


"La gloria de quien mueve todo el mundo
El universo llena y resplandece
En unas partes más y en otras menos"


Inquietud en el Paraíso.



“¿Quién sois vosotros que del ciego río habéis huido la prisión eterna?”




La ciudad del Gran Rey




“Amor, que a todo amado a amar obliga”




Viene la Noche.










Este comentario pertenece al club de lectura sobre la trilogía de Oscar Esquivias, basada en la Guerra Civil, que dirige desde La Acequia, Pedro Ojeda Escudero.

7 comentarios:

Myriam dijo...

¡Soy la primera! Me gustó muchísmo esta reflexión tuya con todos los paralelismos que tan agudamente señalas a la vez que me hace reflexionar sobre hasta donde llega la estupidez humana.

¡Cuántas veces y hasta cuándo seguiremos en el camino de la intolerancia!

Un abrazo y muy buen fin de semana

Merche Pallarés dijo...

¡Genial tu planteamiento y el comentario de MYRIAM! En la foto de Machado, Marañón, Ortega y Gasset y Pérez de Ayala, se ve que no se iban a conectar como bien indicas. Besotes, M.

Asun dijo...

Caramba, esa foto de los intelectuales republicanos dice mucho. No hay más que ver cómo tienen todos las manos: tres de ellos en los bolsillos y el cuarto a la espalda. Si atendemos al lenguaje corporal no parece que tengan mucha voluntad de comunicación.

En lo demás, comparto los comentarios de MYRIAM y MERCHE.

Besos

Abejita de la Vega dijo...

Es muy acertado eso que dices del extremismo del comportamiento de los personajes de la trilogía. Aunque también se puede decir de ellos que no son muy convencionales, Sara no lo es, tampoco Jaime y Benjamín es un viejito muy, muy especial.
Estoy con la famosa carta al escritor, todavía. Mañana sacaré la entrada, creo. Soy la abejita
tortuguita, cómo te admiro, colega.

Un abrazo

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Qué magnífica entrada, querido Pancho. Tienes razón en todos los puntos. Me ha gustado especialmente la llamada de atención sobre el papel de los predicadores de la fe -un guiño muy inteligente de Esquivias para comentar la perspectiva histórica- y lo que dices sobre los comienzos. Todos los textos de este autor comienzan y finalizan magníficamente. No es fácil hacerlo.

Paco Cuesta dijo...

Importante reflexión la que haces sobre la iglesia, tan válida para la conservación (por puro egoismo) de arte y cultura y tan nefasta en otros muchos aspectos de la vida, especialmente -justo lo contrario de lo que predica- con el prójimo.

matrioska_verde dijo...

Bueno, bueno, que bien has enlazado todo. Biquiños,