Si la jornada pasada nos mostrábamos contrariados por la poca fortuna de nuestros delanteros cara a puerta, hoy la contrariedad se tendría que referir a la total ausencia de oportunidades. Ausencia que en esta ocasión se debió al buen planteamiento que del partido realizó el equipo ilicitano. El ex jugador de
Que el fútbol sea impredecible es seguramente la causa por la cual tenga tantos seguidores en todo el mundo. Cuando ya todos dábamos el partido por perdido: se estaban jugando los minutos de descuento, apareció la genialidad del viejo rockero. El delantero, Azcorra, le cede el balón de cabeza a Quique Martín, que viendo al cancerbero forastero un tanto adelantado, le lanza un balón bombeado que se le cuela allí donde salen las telarañas, haciendo inútil su retroceso por evitarlo.
En fin, un empate a uno que nos aleja un poco más de las esperanza de ascender. Si antes estaba difícil, con este resultado el asunto se complica un poco más si cabe. ¡Hala Unión!
2 comentarios:
¡No hay que perder nunca la esperanza!
Pedro: Así es, pero las posibilidades se van reduciendo.
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