El Palacio de la Salina fue construido en el S. XVI por encargo de don Rodrigo de Mexia y su esposa doña Mayor de Fonseca. Su apellido se halla blasonado en los escudos con las cinco estrellas de los extremos de la fachada principal. Se desconoce el nombre del autor, si bien las dos plantas superiores se atribuyen a Rodrigo Gil de Hontañón. La fachada, abierta a la Calle San Pablo, presenta la originalidad de sus cuatro grandes arcos de medio punto en el cuerpo inferior que dan acceso a un zaguán visible desde la calle. Se puede observar que los cuatro arcos están descentrados con respecto a los cuerpos superiores. La Diputación se hizo con su propiedad en 1881 y desde entonces alberga sus dependencias. El nombre de Palacio de la Salina, le viene dado porque durante bastantes años se almacenó la sal de la ciudad en un pozo interior que se puede visitar.
Detalle del medallón de Cleopatra con la serpiente
"Junto al Tormes, por estos caprichos milagrosos del arte y del amor, florece la paganía a la vera de la austeridad de lo románico y de la solemnidad de lo gótico. La casa de La Salina, morada de un gran señor, es uno de esos juguetes caprichosos que se han escapado de la Toscana o de la Lombardía para deshacer la estúpida leyenda de la sequedad de los hombres de la llanura. Toda la casa es una sonrisa, porque la piedra salmantina es tan obediente que sabe sonreír".
José SÁNCHEZ ROJAS
Sensaciones de Salamanca
Imprenta Provincial, Salamanca, 1932
Sensaciones de Salamanca
Imprenta Provincial, Salamanca, 1932
8 comentarios:
"...tan obediente que sabe sonreír". Un elogio a la piedra.
Arcos descentrados pero bellos.
Bella Salamanca.
Un abrazo
Me encantó ese edificio y su leyenda... Besotes, M.
Ya lo creo que sonríe y ese medallón de Cleopatra tiene mucha carga erótica.
Se ve el palacio muy bien conservado en la actualidad, a juzgar por la primera foto.
Besos
es una fachada muy elegante, sin duda.
biquiños,
Otro de los muchos edificios elegantes de Salamanca.
Veo que ha vuelto a recuperar sus rejas metálicas.
Besos
Con lo que creía conocer Salamanca y he de reconocer que esta casa me había pasado desapercibida, Pancho.
Resulta curioso la tendencia que existió a utilizar los palacios como almacén.
Buenas noches, pancho:
Me encantó descubrir en tu blog a este a escritor que nos presentaste, y al que Unamuno llamaba 'Rojitas' y del que copio la dedicatoria de su libro 'Las mujeres de Cervantes':
A la memoria de mi padre, fervoroso lector del "Quijote" consagro estos ensayos devotamente.
J.Sánchez Rojas
Le he dedicado una entrada en mi blog, que me ha tenido estos días ocupada. Recuperaré el tiempo para dejar comentario en tus entradas últimas, que he leido según las ibas subiendo.
Este edificio de la Casa de la Sal es magnífico, pero ¿por qué no centrarían las ventanas?.
Y la leyenda...
Un abrazo
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