La Puerta de Aníbal o Puerta del río era el acceso más corto y al mismo tiempo más dificultoso, debido a su inclinación, para los que llegaban a Salamanca una vez pasado el puente romano. La zona conserva el sabor a siglos pasados. Los restos de la muralla y las casas parecen un pedestal desde el que se alza la mole conjunta de las dos catedrales como un bosque de agujas.
¡El sol besa tus piedras, ciudad de oro!
Tienes la gracia del Renacimiento.
La majestad de tu reposo siento,
cantada por los ángeles en coro.
¡Salamanca de lumbre, yo te adoro!
Recoja tu beldad mi último aliento;
Arrópenme tus piedras, cuando el viento
de tu existencia barra mi decoro.
¡Cabe a tu escuela yo he soñado tanto!
Junto a tus rejas, miel soñé de amores,
Aquí, en tus aulas, mis pensares fueron
¡Llevo dentro del alma resplandores
de tu luz otoñal, que se encendieron
al soplo de ilusiones que ahora canto!
7 comentarios:
¡OLÉ! Precioso soneto a la maravillosa y bella Salamanca. Besotes, M.
¡Olé! como te dice Merche y que si, que la tengo que conocer y lo haré. En unos dias te enviaré un correo Panchito. Besos
Que el sol siga besando sus bellas y bronceadas piedras.
Es interesante la comparación de imágenes en el tiempo.
Besos, Pancho.
Nunca valoraremos lo suficiente, la riqueza que, afortunadamente, nos acompaña.
¡cuanto quieres a tu Salamanca!
como debe ser... querer lo que nos cobija.
biquiños,
Buenos días, pancho:
Me ha encantado el contenido de los enlaces.
Sobre Albert Calvert, decir que me gustaría ver -especialmente- las ilustraciones correspondintes a Burgos, de su libro de 462 fotografías.
Qué vida de viajes y trabajo, desde los dieciocho años. ¡Cuánto aprendería de su abuelo!.
José Sánchez Rojas, discípulo fiel de Unamuno. Qué estupendo el escrito de la Puerta del Río; casi puede verse la evolución en su detallada relación a través de los siglos.
Un abrazo.
Siempre me ha gustado simular que entro en Salamanca desde el puente romano. Es una vista hermosa.
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