El sol de invierno, enrazado por la tarde próxima a terminar, se entretiene en dorar con sus rayos el Palacio de Anaya.
El patio interior del palacio neoclásico de la ancha balaustrada, testigo del paso de generaciones de estudiantes de Letras. Terminado en 1782 era visita obligada para los salmantinos los domingos, novedad en la vida de una pequeña capital de provincia.
"Apoyada en la ancha balaustrada de piedra de la hermosa galería salmantina del Palacio de Anaya – donde cursé mis estudios de letras -, recogía dentro de la cartera mis papeles y me entregaba al puro placer de haber acabado con el trabajo de aquel día, entretenida en ver caer la nieve, en dejarme acariciar por el sol o en mirar hacia el busto de Unamuno, que preside el primer rellano de la escalera que arranca del patio. […] Y recordaba a aquel señor alto y de barba blanca, vestido de azul marino, que había visto alguna vez, de muy niña, en el despacho de mi padre, antes de la guerra, que había posado sobre mí sus ojos distraídos, ahora estatua de piedra, retrato fijo y mudo para siempre, mientras yo aún podía seguir mirando los reflejos del sol sobre la nieve."
Agua pasada, Barcelona: Anagrama, 1993. Carmen Martín Gaite
La escultura de Unamuno que parece esperarnos tras el primer tramo de la escalera, antes de abocarnos a la solemne y amplia balaustrada desde 1930.
14 comentarios:
¡Qué edificio más impresionante! Tengo que visitar Salamanca... (¡Ah! se me olvidó comentarte en mi blog que en inglés no se dice "they are so dwarf" es más correcto "narrow-minded") Besotes, M.
¡Qué maravilla de edificio!. Tendré que volver a Salamanca, porque la vez que estuve fue demasiado deprisa y corriendo y no pude disfrutar de la ciudad con calma, y sin duda lo merece.
Besos
Merche: I also wanted to express that meaning out of his physical appearance. Maybe I was creating a new language, a personal, private one...
Encantado de enseñártela, aunque no sea tarea fácil hacerlo con alguien profesional del sector del turismo.
Un abrazo y gracias por tu visita y comentario.
Asun: El edificio es desde hace muchos años Facultad de Filología, junto con otros cercanos, en la misma plaza. Siempre me impresionó ver la escultura de Don Miguel de Unamuno, allí solo, viendo subir y bajar estudiantes por ella.
Un abrazo y gracias por tu visita y comentario.
¡Como me gustaría conocer todo aquello, amigo Pancho...!
Un abrazo.
Se abre mi caja de Pandora particular con estos temas salmantinos,soy la única de la familia que vive fuera de allí,ayer estuve más de dos horas hablando con uno de mis hermanos,pero creo que no sería capaz de vivir allí con tanto frío y en una ciudad en la que se conoce demasiado a todo el mundo.Tengo el corazón partido y también con Ávila en donde estudié primero de Magisterio y además ahora también vive mi hermano mayor que divide su tiempo entre Ávila y Salamanca,las dos ciudades han cambiado mucho,se están poniendo preciosas.
Tengo el Diario Intimo de Unamuno desde aquellos años 70 y he leído muchas de sus obras aunque me llama la atención su afán en interpelar a Dios.Abrazos
Pancho, I understood what you meant by writing "dwarf" and I do notice that you like inventing the language which is great! but, in this case, it would have been more correct to say "he is so dwarfish"... By the way, I apologize for correcting you in your blog! I hope you're not too upset... Besotes, M.
I meant to say "they are so dwarfish"... Besotes de nuevo, M.
Me encanta ese sol de invierno que "dora" que bien utilizado el verbo, la piedra de nuestra vieja Castilla.
Muy buena foto y por supuesto el texto de Carmen Martin Gaite.
Un abrazo
Luz
Qué luz la de la piedra de Salamanca... aunque fuera invierno de nieblas.
Cornelius: nunca es tarde para acercarse.
Cosmo: La lectura de Unamuno es garantía de conocimiento salmantino. En lo del frío tienes razón, pero en casa se le juega bien las vueltas. En Aldeadávila el frío se mitiga.
Merche: Thanks a lot for your free English classes, I appreciate them.
Ele: Sólo he leído Entre visillos. Tendré que releerla y leer más. Su prosa me parece de lo mejor que hay.
Pedro: Que las nieblan no aniden en nuestros corazones.
Gracias por vuestra visita y cometario.
A mí me impone esta escultura, no sé si me resulta tétrica o fría. El escultor tiene un aire de actor americano, me recuerda a Cary Grant.
Me gustó el párrafo seleccionado de Martín Gaite, porque todavía puede ver el sol...
Qué solo se queda Don Miguel en esa escalera tan imperial. La foto es de 1930, cuando se inauguró la escultura. La prosa de Martín Gaite es de las más elegantes de las letas castellanas.
qué solos estamos todos en nuestros propios edificios, pancho
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