jueves, 3 de junio de 2010

La hija de la dueña y las dos cartas de Teresa.

"Sanchica hace puntas de randas; gana cada día ocho maravedís horros [...]pero ahora que es hija de un gobernador, tú le darás la dote sin que ella lo trabaje"
1989-Mainz-Krahenwinkel

DON QUIJOTE DE LA MANCHA. CAPÍTULO 2.52
Dejamos legislando a S en su ínsula, poniendo orden en su territorio con medidas administrativas, interviniendo en los mercados y en el precio de los zapatos. Volvemos al castillo donde descansa DQ , ya sanado de los arañazos, a la hora de comer. El Hidalgo holgón ya muestra deseos de abandonar a sus anfitriones. Llegamos justo a tiempo de ver la llegada del paje a lomos de su brioso corcel con las dos cartas escritas por Teresa; una para su marido y la otra para la duquesa. Cervantes utiliza las misivas como elemento de enlace de los tres emplazamientos en los que transcurre la acción, tratando de dar una nueva perspectiva al relato: visión de la realidad por el pueblo llano de temas en los que hay mezcla de costumbres diferentes, vuelo de la imaginación y vuelta a la realidad mostrenca de la escasez y dureza de la vida en el campo que tanto depende de la bonanza climática que alterna periodos de abundancia con otros de escasez. También el tema de la honra a ojos del pueblo se trata en las cartas.

El autor utiliza el capítulo para dejarnos una muestra de los niveles y registros distintos de la lengua de la época entre sus líneas, que van de la pomposidad de una lengua que dejó de usarse, a las expresiones populares usadas por Teresa, pegada a la preocupación cotidiana del interés por el precio de una docena de huevos a día de hoy, buscando la manera de ahorrar unos céntimos que permitan llegar a fin de mes, pasando por la gravedad de DQ en la respuesta a la dueña Rodríguez.

" veis aquí a deshora entrar por la puerta de la gran sala dos mujeres, como después pareció, cubiertas de luto de los pies a la cabeza"
1929-Maestricht-Leiter
Antes de que DQ manifieste a los duques su deseo de abandonar el castillo, se presentan la hija y la dueña Rodríguez que se le humilla: “se le echó a los pies tendida de largo a largo, la boca cosida con los pies de don Quijote”, para que lave el honor de su hija ultrajada por un labrador rico. DQ accede aunque ello implique contravenir las Leyes de Caballería y rebajarse a la condición de villano. El duque recoge el guante diciendo que no es necesario echarse a los caminos , el organizará en no más de seis días el duelo en casa, aún no ha llegado el momento de la partida.

"don Quijote, compasivo, la levantó del suelo y hizo que se descubriese y quitase el manto de sobre la faz llorosa."
1905-1908 - Madrid

La dueña traslada la petición con expresiones pomposas, preñadas de arcaísmos y lenguaje retórico: “querría que, antes que os escurriésedes por esos caminos, desafiásedes a este rústico indómito, y le hiciésedes que se casase con mi hija, en cumplimiento de la palabra que le dio de ser su esposo, antes y primero que yogase con ella” La respuesta de DQ es grave, sin arcaísmos que nunca Cervantes es amigo de repetir esquemas gastados. Aparece el paje que tan buen papel había hecho en el pueblo, fruto de ello son las dos cartas de Teresa. Se retira dejándolas a la duquesa para que las lean.

En la primera, da gracias a la duquesa por la carta, el regalo y el nombramiento de S como gobernador. Agradece doblemente los regalos porque su nobleza quiebra las reticencias iniciales del cura, el barbero, el bachiller y de todos por ver difícil que un porro como S pueda gobernar más allá de su atajo de cabras. Aprovecha la coyuntura para pedir dinero y emprender la marcha a la corte en coche, que es costoso. A continuación pasa de la ensoñación a la realidad de la escasez de la cosecha de bellotas y a la despedida, en la que la artificiosidad del lenguaje formal le hacen decir: “No se le olvide a vuestra pomposidad de escribirme” al no estar acostumbrada a la formalidad que concede las frases hechas del intercambio epistolar.

"...Por aquí pasó una compañía de soldados; lleváronse de camino tres mozas deste pueblo"

1938-Paris-Secretaire

Con el permiso de DQ, abren la segunda misiva dirigida a S. El tono de la carta es reflejo de la confianza que suele desprender la correspondencia familiar: “A Sanchica, tu hija, se le fueron las aguas sin sentirlo, de puro contento”. La ambición de Teresa cuando ve a su marido arrendador y alcabalero y su intención de presentarse en la corte en coche. Le cuenta que sus amigos de la aldea no se creen lo de su ínsula: “todo es embeleco, o cosas de encantamento”. Pasa a darle las noticias del pueblo: hay un recién llegado a la aldea que es pintor que no pinta y toma la azada para ganarse la vida. No podía faltar el tema de la honra, contada con los ojos del pueblo llano en el caso de la “Minguilla”, nieta de "Mingo Silvato" que ha demandado al hijo de Pedro Lobo por meterse cura después de dejarla con el bombo a cuestas. Los yelos de una primavera seca arruinaron la cosecha de vino y bellotas. Como a “burro flaco todo se le vuelven pulgas”, el paso de una compañía de soldados mermó en tres las mozas del pueblo que les acompañaron. No tiene que preocuparse de Sanchica, que es trabajadora y ahorradora, está a la espera de que la fortuna de un padre gobernador la libere del trabajo en casa.


La despedida tiene su aquel: “Dios te me guarde más años que a mí o tantos, porque no querría dejarte sin mí en este mundo.” Quiere que S le sobreviva pero tampoco desea que él se quede sin ella en el mundo.


"Unas bellotas envié a mi señora la duquesa; yo quisiera que fueran de oro"

1966 - Madrid

Con la aceptación del medio celemín de bellotas y un queso mejor que los de Tronchón, de la provincia de Teruel, nos ponemos rumbo a la ínsula para ser testigos de primera mano del final del gobierno de S.

Este comentario pertenece al grupo de lectura del Quijote que coordina y dirige desde La Acequia el profesor D. Pedro Ojeda Escudero.

11 comentarios:

Merche Pallarés dijo...

En este capítulo me chocó que se leyera en público la carta de Teresa a Sancho pero he visto que ya lo aclara nuestro profe en su análisis. Aunque sé que me repito más que el ajo pero ¡preciosos tus grabados! y veo que Berlusconi ha aparecido de nuevo... Besotes quijotescos, M.

Asun dijo...

La imagen de ese batallón de soldados a la caza de la moza, con ese pequeñajo agarrado literalmente a los pechos, no tiene desperdicio.

Besos

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Que bien...se nota el amante de las letras y lengua...tus grabados son geniales...el capítulo todo un recital de expresión oral social...un abrazo amigo

Unknown dijo...

Cualquiera que me viera pensaría que estoy tan loca como el Quijote,aquí riendo sola al ver esas ilustraciones,es genial la documentación que tienes y en cuanto al comentario,me quito el sombrero.Abrazos

pancho dijo...

Merche: Ese Berlusconi es el secretario de Bilbao que sabe leer y escribir, buen actor y obediente servidor de tus amigos los duques.

Asun: Un poco de humor nunca está de más, aunque en este caso se vea claro la visión que tienen de nosotros y de nuestra historia nuestros vecinos del Norte. Más hoy que le volvemos a ganar su trofeo de tenís del Grand Slam.

Tucci: Cada vez está más claro que nada en la novela está escrito al azar, prueba de ello son las montañas de libros y estudios que El Quijote ha suscitado. En este caso Cervantes pone el comentario como se las ponían a Felipe II.

Cosmo: No harías bien en desproteger la cabeza con estos calores. Gracias por tus palabras y enhorabuena por el nuevo triunfo del mallorquín, esta victoria tiene el valor añadido de la vuelta, cuando ya se empezaba a dudar de él. Gracias también a todos por vuestros amables comentarios y visita.

Myriam dijo...

¡jajajajaja buenísima la ilustración d elos soldados que se llevan a las mozas!

Antonio Aguilera dijo...

Pones intención en la constante renovación de Cervantes, dices: "que nunca Cervantes es amigo de repetir esquemas gastados". No cesa El Ilustre "mediomanco" en investigar nuevas formúlas de expresión.
Sus recursos son, como la necedad humana, infinitos.

Estoy contigo en que los estudios sobre El Quijote son cordilleras, y cada autor da su particular versión.
Yo, al principio, pensaba que mis comentarios no venían al cuento con el libro; pero pasado un tiempo compruebo que los hay más locos que yo. Que cada persona es un mundo, y que cada uno podemos tener nuestra propia lectura.

Cuida esos tomatillos, ya ves lo que dice Myr: se apunta.

un abrazo

pancho dijo...

Myr: Bueno, en el grabado son ellas las que se llevan al soldado a cuestas.

Aguilera: Si Cervantes se repitiera haría lo mismo que esos tochos del escaparate tan infumables y extensos.
Tus comentarios "tie una grasia que no se pue aguantá".

Un abrazo y se aprecian vuestras palabras.

Abejita de la Vega dijo...

Los diferentes registros de la lengua, como tú dices, quedan bien registrados. Teresa remedando el lenguaje de los señores con sus pomposidades, la Rodríguez hablando arcaicamente con efes que, para entonces, ya eran haches.
Teresa se muestra como una ilusa pero, en medio de sus imposibles sueños, se preocupa porque en la corte el pan y la carne están carísimos. Y se sabe los precios, ella que no ha salido de su aldea, seguramente.
Esa ilustración de los soldados que vienen a por las mozas...es estupenda. Estos gabachos le dan a todo un toque...

Un abrazo, Pancho.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

y por una parte ese final nos dejará alegres y entristecidos, como a los lectores de buen corazón.

pancho dijo...

Abejita: La carta que dirige a Sancho es más dinámica que la primera, para algo tenía que servir el uso de sus propias expresiones, sin tratar de simular los formalismos del lenguaje epistolar, sobre todo cuando hay diferencia de clase social entre el remitente y el receptor.

Pedro: El próximo capítulo es de gran carga emotiva.

Un abrazo a ambos