jueves, 25 de marzo de 2010

Don Quijote aconseja a Sancho



"[...} has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo."

1989 - Mainz - Krahenwinkel

DON QUIJOTE DE LA MANCHA: CAPÍTULO 2.42


La sonrisa ancha que se dibujaba en el rostro del ocupado lector al dar término el viaje por el espacio exterior sin necesidad de cohete, sólo con la imaginación de DQ y S, se transforma en aplausos del público lector, algunos haciendo la ola de admiración a Cervantes por el remate de la faena de los consejos de DQ a su escudero: “en los últimos pasos de la vida te alcanzará el de la muerte, en vejez suave y madura, y cerrarán tus ojos las tiernas y delicadas manos de tus terceros netezuelos.” En el diálogo que abre el capítulo entre el duque y S, éste se nos aparenta distinto. Su disposición va de la ambición al pedir el cielo a la humildad de quien conoce sus limitaciones al confesar su analfabetismo, cuando afirma que sólo sabe el Cristus de haberlo visto, no sabido. Los consejos de su amo parten de la observación directa de lo que ocurre con los gobernantes y da consejos para cortar el aire a los murmuradores. En fin, un DQ modelo de rectitud y prudencia, coherente con los principios que le echaron al camino.

En efecto, un día después del accidentado aterrizaje, con los cuerpos aún doloridos del colapso del caballo de madera, el duque le dice a S que se ponga muda nueva y se avíe, que los insulanos ya esperan impacientes a su gobernador. El escudero socarrón le contesta que ya no considera indispensable la toma de posesión: “… se templó en parte en mí la gana que tenía tan grande de ser gobernador” después de observar desde lo alto lo pequeña que es la tierra y por consiguiente los hombres que la trastornan. El noble no puede satisfacer la demanda de S de un trocito de cielo, algo que está sólo bajo la jurisdicción de Dios. Sin embargo, está en disposición de ofertarle una rumbosa y fértil ínsula: “donde si vos os sabéis dar maña, podéis con las riquezas de la tierra granjear las del cielo.” Cielo para los ricos, para los que más tienen, para que luego vengan con lo del ojo de la aguja, los acomodados y el reino de los cielos.

"Sancho se le humilló y le dijo:"
1927 - New York - Macmillan

S se humilla físicamente; pero, orgulloso y exigente, acepta el gobierno por defecto, como mal menor, no como forma de ascenso o medra, sino para probar “cómo sabe el ser gobernador”. Esta mención al sentido del gusto da pie al duque a resaltar el sabor dulce de “mandar y ser obedecido”. También a DQ le pesará en el alma el tiempo que ha dejado de ser emperador, incluso pastorear un rebaño de ovejas modorras debe ser mejor que no mandar.

Esta misma tarde te pondrán el traje de mandar y mañana iréis al gobierno – le anuncia el duque-. De cualquier manera seré Sancho Panza - le responde el escudero - .

Sancho escucha los consejos de su amo como un niño bueno.

1893 - Paris - Charavay


Enterado DQ de la celeridad de la marcha de S para la ínsula, lo coge de la mano con la intención de aconsejarle. Comienza sus consejos un tanto dolido porque su escudero haya encontrado antes que él mismo la llave que abre la puerta del ascenso social, mientras “Otros cohechan, importunan, solicitan, madrugan, ruegan, porfían, y no alcanzan lo que pretenden” : Cervantes identificándose con su criatura y quejándose de cuán injusta es la ventura. Él, gran parte de su vida, intentando alcanzar un puesto que le dejara tiempo libre para desarrollar su talento sin penurias, algo que nunca consiguió , mientras otros sin méritos, como a S, se les da todo únicamente con el roce del aliento de la Caballería Andante. Le pide que no se endiose y que le dé gracias a Dios y a la Caballería Andante. Lo primero es temer a Dios y a continuación conocerse a sí mismo, de esta forma evitará hincharse como el pavo real, dejando al descubierto sus pies sucios de porquero.

Para librarse de críticas debe usar la blanda suavidad en el ejercicio del cargo, que no está reñida con la seriedad y gravedad del puesto. Asimismo, debería hacer gala de la humildad de su linaje, evitará ser atacado por ello. Igual que en otros momentos DQ afirmó que la virtud con sangre es más, aquí aserta que “la virtud vale por sí sola lo que la sangre no vale.” ( un tanto de contradicción se le observa, algo natural en quien tanto habla) . Sin embargo, a los parientes tiene que “acoger, agasajar y regalar”.

No le duelen prendas al afirmar de las mujeres que son manirrotas y tontas, luego el marido tendrá que responder por ellas, cuatro por uno, en el Juicio Final. Desconfía de la mujer hermosa: “quita los ojos de sus lágrimas y tus oídos de sus gemidos”; son armas de mujer.


La verdad hay que buscarla entre las lágrimas del pobre y la información que proporciona el rico, además que no se ceben sus palabras con el que ya lleva consigo la penitencia. Culmina la conseja anunciándole que sus días serán luengos, eterna su fama, colmados sus premios, casará los suyos con ventaja y su felicidad será indecible, pero que no se levante, Sancho, que todavía hay más, estos son sólo los consejos del alma, quedan los consejos para el cuerpo en el capítulo siguiente.


La sombra delata al noble de la poca simpatía.

1938 - Paris - Secretaire

Este comentario pertenece al grupo de lectura del Quijote que coordina y dirige desde La Acequia el profesor D Pedro Ojeda Escudero y ya ha sido publicado en la misma


10 comentarios:

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

La primera imagen viene que ni pintada para la ocasión...Aquí toma todo una velocidad tremenda...y es que entre que el duque quiere tener a mano a nuestro DQ y a S... y que S. quiere saber a lo que sabe ser gobernador... la aventura toma este giro de consejos... que para mi es una artimaña de Cervantes para opinar sobre su época...un abrazo

Merche Pallarés dijo...

Cervan consigue un giro genial con los consejos y la crítica a los poderosos de su época.
Me ha encantado el grabado de Sancho como niño bueno, escuchando a Quijo. Besotes, M.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

En efecto: es para hacer la ola. No sólo supo hablar de la admininstración de la justicia en su tiempo, sino en todos. Espero que con este capítulo, quienes aun no lo comprendan, entiendan por qué es un clásico.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Absolutamente maravilloso este capitulo quijotesco, amigo Pancho.

Insuperable.

Un abrazo.

Asun dijo...

Aquí estoy, haciendo la ola, ¡Vaya pedazo de consejos!

Tanto Sancho con el duque, como DQ dando los consejos a S. están que se salen. Sabios consejos a tener en cuenta cada día.

Besos

Paco Cuesta dijo...

El hecho de humillarse y reconocer su ignorancia sirve de apoyo a Sancho para mantener su posición sin ceder un paso. D.Quijote deja bién marcado el camino para cuantos gobiernan y aspiran a gobernar.

Unknown dijo...

Don Quijote hace un buen catálogo de las debilidades humanas que ha de evitar,que no reniegue ni de los suyos ni de sus raíces,que practique la humilad porque la soberbia,venga de donde venga,a todos nos repele,que el respeto no se gana siendo déspota y cruel,en fin,todo un tratado de humanidad.
Abrazos

Abejita de la Vega dijo...

Los terceros netezuelos cerrando los ojos de Sancho viejecito, pero que muy viejecito. Hago la ola...
Los consejos nos dan una idea sobre de qué pie cojeaban los gobernantes del XVII, lo mismo que los de ahora. Las mujeres de los políticos de entonces, también hacían su "hucha", qué espabiladas, como alguna de ahora. Estoy pensando en una que sale hoy en los papeles...

Son consejos que inclinan la balanza por el lado de la compasión, algo que parece que entonces no se estilaba mucho.

Tus imágenes tan buenas como el texto, que lo es mucho.
Un abrazo

Antonio Aguilera dijo...

PANCHO:
En los tiempos de Cervantes los gobernantes serían tan chorizos como lo son ahora.
El bagaje cultural, y lo que le enseñó la vida a nuestro ilustre manco debió de ser considerable. A los consejos que da a Sancho me remito me remito. Un Cervantes que se crece ante las adversidades. El Avellaneda ya estaría dándole detrás de las orejas; nuestro autor pensaría: ahora o nunca; le quedaba poco tiempo que vivir. Debía de volcar toda su sabiduría en pocas semanas, y publicar la 2ª parte raudo y veloz.

Me gustó la frase de Sancho diciendo que no cambiará aunque le cambien de traje. Deberían de tomar buena nota los políticos.
También mencionas la frustración de Cervantes por estar gran parte de su vida intentando ocupar un buen cargo público bien remunerado, sin conseguirlo. No le quedó más remedio que quitarse la espina manejando la pluma, sorprendiendo a propios y a extraños.
Qué lástima que luego no viviera lo suficiente para “relamerse” del éxito.

Un abrazo deste andalú paun charro

PD. Me acordé en el blog de Abejita de tu expresión “Armas de mujer”.
“Me hizo gracia también el consejo que recoges de, si una mujer hermosa le pide justicia no ha de mirar sus lágrimas (Mío: sino su escote) ni oír sus gemidos: “armas de mujer” que dijera Pancho, no se lo dije en su blog, con tu permiso copipego en su blog.”

pancho dijo...

Tucci: El duque no los quiere perder de vista para seguir con la farsa, es incansable. Cervantes critica a la administración de justicia, favorecedora de los privilegiados.

Merche: Consejos considerados modelos de oratoria desde entonces, pero que Cervantes ya tomó de la corriente erasmista. En esa lámina la cara de Sancho es de niño aplicado.

Pedro: Cervantes es el clásico por excelencia de la literatura española. Pocos hay que discutan la supremacía del Quijote.

Cornelius: Es uno de los capítulos más estudiados del Quijote.

Asun: Amontonamiento de consejos de difícil cumplimiento teniendo en cuenta la naturaleza humana.

Paco: La actitud de Sancho ante el duque después del viaje de Clavileño es digna de estudio. Muy bien trabajada por el autor, reflejo del orgullo de la clase trabajadora. Hay cosas que apenas han cambiado con el paso de los siglos.

Cosmo: Es verdad, Cervantes toca aspectos muy variados del comportamiento humano en el monólogo de DQ, sobre todo cuando se trata de las debilidades humanas que afloran cuando se tiene a mano el poder ordenar y mandar.

Abejita: Sancho se merece eso y mucho más, hay que tener mucha querencia a Don Alonso para seguirle tan fielmente. A veces son ellas las que llevan al marido por el mal camino. Ejemplos hay varios y variados en nuestros días. Intentamos leer el original varias veces para intentar ser lo más fiel posible a él.

Aguilera: Haces muy bien en recordarnos las circunstancias que rodearon la escritura de la segunda parte, a veces se nos olvida que el tiempo corría en su contra y el disgusto del apócrifo.
Cuando fue liberado del cautiverio buscó un cargo de administrador de algún noble y se le cerraron las puertas, sólo consiguió ser algo así como el “cobrador del frap”, en el manejo de la espada no debía ser manco.
“…Sino su escote” , como en la foto de Jan Puerta. Encima lleva a la suya al otro lado…
Un abrazo a todos y se aprecian vuestras palabras y visita.