miércoles, 11 de marzo de 2009

Chorrovío



 
Grabado de William Bradford

Ocurrió hoy, hace 200 años
Ataque del día 11 de Marzo contra los franceses
Juan Borrego Gracioso, marido de Mathea Benito
Juan Baraona, soltero, hijo de Carlos y Antonia Baraona
Julián Gajate Oliva, marido de Simona Benito
Lorenzo Criado, marido de Teresa Román
Domingo Mangas, marido de Martina López Villoria
Domingo Miguel, marido de Felipa Corral
Apolinario López, marido de Francisca Comexón Bartolomé
Ambrosio López, huérfano de Gabriel e Ignacia Diego
Pedro Moneda vecino de la Villa de San Felices de los Gallegos, marido de Antonia Gajate

Así, enumerados de uno en uno, con nombre y apellidos, a lo más que acertaríamos es a relacionarlos con cualquier actividad relativa a Lumbrales: ninguno nos suena raro, todos cercanos. Gracias a los frailes Fray Gerónimo Perete y Miguel Gil sabemos que fueron enterrados en Lumbrales al día siguiente, el 12 de Marzo de 1809, y que murieron “en la acción del 11 de Marzo contra los franceses”.
Igualmente, gracias a ellos y a una reseña que dejaron escrita al margen del Libro de Difuntos: "Fue este ataque en el sitio que llaman los Chorrovíos, término de San Leonardo" que las generaciones posteriores podemos reconocerles el valor y entrega que estos siete padres de familia, al menos casados estaban según consta en la relación y otros dos más, solteros, mostraron aquel día contra el invasor que tanto les incomodaba en sus actividades diarias. Dieron su vida por no querer aceptar la afrenta que para ellos suponía el ejército francés señoreándose de sus vidas y haciendas. Pocas cosas más sabemos sobre la escaramuza; si acaso, una cierta tradición oral, transmitida de padres a hijos, que nos dice que cerca de San Leonardo hubo una zaragata contra los franceses. Con relación a esto habría que recordar que el pueblo de San Leonardo, del cual sólo se conserva el torreón de la iglesia, ya había sido destruido cien años antes en las guerras con Portugal, durante la Guerra de Sucesión Española. 
Llama poderosamente la atención que de la acción del Chorrovío sólo hubiera enterramientos en Lumbrales. He mirado en las fechas próximas a la escaramuza en los libros de defunción de los pueblos cercanos y no consta ningún enterramiento que llame la atención, por su cantidad, durante esos días, lo cual nos puede llevar a la conclusión de que se trató de alguna partida que se organizó sólo con gente de Lumbrales. Quizás sea mucho conjeturar.  yo, únicamente, lanzo el guante para que algún historiador pueda dedicar algo de su tiempo a investigar sobre este tema, que a pesar de tratarse de un tema local no deja de tener importancia. 
Aquí os dejo un enlace a los documentos originales. Los documentos del día 12 de Marzo están en la página 246 del libro de difuntos. también a: http://lazarzapumareda.blogspot.com/2008_07_01_archive.html donde Francisca Martín, de los Servicios Centrales del Rectorado de la Universidad del País Vasco, ha estado, y sigue, investigando sobre la Guerra de Independencia en la provincia de Salamanca. Ella ha transcrito los documentos originales del libro de difuntos. Gran trabajo el suyo.

 

6 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Bucear en los libros que registran los Bautismos y Defunciones es una experiencia que recomiendo a todos. Yo lo hago con cierta frecuencia para mis invetigaciones y he podido constatar la vida que hay en ellos y las circunstancias que resumen una vida en apenas unas frases.

Marina dijo...

Aunque no tiene nada que ver... o si, porque tb hablaremos de vida y muerte, guerras y fracasos. Te cuento que mañana tendremos la prsentación del libro de un compañero; Francisco Moriche titulado "Represión silencio y olvido. Memoria histórica de Hervás y el Alto Ambroz" será en el Convento de San Francisco a las 8 de la tarde. Será un rato comparido con la memoria y el olvido rescatado. Estás invitado.

Otro beso...y van dos... vete acostumbrando.

pancho dijo...

Pedro: Supone una gran comodidad y ahorro de tiempo que un investigador pueda disponer de los documentos originales digitalizados y tener acceso a ellos en Internet. Un reto entender las letras de algunos que escriben, sobre todo cuando te encuentras con tintas corridas y papeles traspasados por ella.

Marina: Conocía la presentación del libro por la prensa y los carteles que he visto por la ciudad. No se concibe que pueda haber gente que se moleste porque alguien quiera encontrar y honrar, como se merecen, los restos de los que dieron la vida por defender la legalidad vigente.

Merche Pallarés dijo...

My dear Pancho, Welcome to the blogger world! ¿Are you from Lumbrales? Sigo en la lengua cervantina... Qué interesante esas investigaciones/averiguaciones. Hace poco tuve que indagar sobre la partida de nacimiento de mi padre y en la misma leo que mi abuela, su madre, era de PADRES desconocidos... Me pregunté ¿será otra "Virgen María" que nació del Espíritu Santo...? Porque, vale, podría ser de PADRE desconocido pero, digo yo, que su MADRE existiría ¿no? Muchos besotes y ¡suerte con tu blog! M.

pancho dijo...

Merche: La investigación en los libros de difuntos, de bautismos o de bodas es un mundo lleno de sorpresas. Yo sólo he indagado para este asunto en el de defunciones y en documentos digitalizados en Internet. A veces, las cosas que escribían los curas al margen era un resumen de la vida del sujeto. Hay que tener en cuenta que poca gente más, a parte del cura, era capaz de escribir a principios del XIX en las zonas rurales.

cuarentaydosymedio dijo...

La raya de Portugal. Así llaman algunos a esa zona fronteriza llena de castillos derruidos, fortalezas hundidas y pueblos abandonados.
Este territorio debe de encerrar en sus memorias cientos de sucesos como el que narras, propios de un lugar que ha sufrido numerosas guerras, que una vez terminadas llevaban al olvido de esos pueblos, de los que no quiere acordarse nadie en tiempos de paz.
Aún es complicado moverse por las carreteras de estos lugares, siempre de espaldas al país vecino, siempre disputando la tierra…
Aunque el suceso que narras, la invasión francesa de 1808, justamente provenía del Este. Las tropas napoleónicas querían pasar por España “de rositas” e invadir Portugal, pero se encontraron con que el pueblo no estaba tan conforme como sus gobernantes con esta pretensión.
Luego vino el inglés Sir Arthur Wellesley, Duque de Wellinton, que junto con los portugueses nos echaron una manita en devolver a los franceses a su tierra.
Pero mientras tanto, todas estas tierras fueron saqueadas y esquilmadas. En Salamanca y provincia aún son patentes los desastres de esta guerra.

Sigue contándonos historias Pancho, que es muy interesante.