Las penas con pan son menos
Había hoy dos acontecimientos que acaparaban la atención de los aficionados al deporte en Salamanca. Por la mañana, las chicas del Halcón Avenida jugaban y perdían la final del principal campeonato europeo de baloncesto contra el todopoderoso Spartak de Moscú. Una derrota que sabía a victoria, pues el subcampeonato europeo era ya un triunfo para las salmantinas, que ningún aficionado, ni en el mejor de sus sueños, habría imaginado llegar tan alto, aunque soñar sea gratis.
Que una ciudad de poco más de 150. 000 habitantes pueda albergar un equipo subcampeón de Europa tiene su mérito; como lo tiene el hecho que día tras día logre llenar el pabellón de Wurzburg con más de 3.000 espectadores. Fue precisamente este hecho, junto con el dinero puesto por el consistorio lo que le otorgó a Salamanca la posibilidad de albergar la final four: el éxito estaba asegurado de antemano.
Por la tarde el equipo unionista de fútbol recibía la visita del Celta de Vigo. El partido tuvo dos partes bien diferenciadas. En la primera el equipo vigués llevó la iniciativa sobre una Unión que salió a cámara lenta, a ritmo de procesión de la borriquilla que acababa de recorrer las calles del centro de la ciudad. En una falta al borde del área, el activo jugador numero cinco marcó un gol con el que termino la primera parte, sin que el Salamanca diera en ningún momento sensación de peligro. Después del descanso el partido fue otro bien distinto. Dañobeitia marcó un gol como recompensa a las decenas de kilómetros que recorre cada partido. La entrega no se le puede negar. Poco después llego el gol del internacional de
3 comentarios:
¡A seguir sumando puntos, ya flojearán los de arriba!
Bueno con la moral del Alcoyano seguro que se triunfa...un abrazo
Pedro y Manuel: Aunque todavía queden bastantes partidos por jugar; las posibilidades van siendo menores. Los de arriba no fallan.
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