domingo, 5 de enero de 2014

Me siento feliz cuando nos rozamos




"Pueblos felices habitaban cada uno su rincón privilegiado de la tierra hasta que llegaron los brutales españoles"

Todo lo que era sólido (7) 
Antonio Muñoz Molina 

Un país se puede organizar de forma federal o unitaria. Lo extraordinario es la rapidez en la que todo lo común quedó desprestigiado. Hasta la explicación en televisión de los boletines meteorológicos se hace sobre mapas mutilados, como si el tiempo fuera bueno solo en las comarcas de una comunidad y las calamidades y cierzos malos vinieran siempre del extranjero. 

A imitación del País Vasco y Cataluña en todas y cada una de las Comunidades Autónomas se edificó el mito de la Arcadia feliz, el paraíso original prehistórico hasta que llegaron los brutales españoles con las siete plagas bíblicas, las enfermedades venéreas que diezmaron la población autóctona y la primigenia cultura vernácula que habitaba el país en los albores de la historia. 

 “Cada patria secularmente agraviada necesita una derrota que tenga algo de sacrificio y por lo tanto de promesa de redención”. Es curioso que todas las comunidades autónomas tengan alguna derrota que celebrar. Como la herida del Rey Anfortas para los serbios en la batalla de Kosovo en 1389. 



 "Cualquier mezcla es una amenaza, y no hay mancha que no sea irreparable"

 Nacimiento del Ebro

En la escuela que conocimos en los años sesenta se identificaba el martirio de José Antonio con la resistencia heroica de Sagunto y Numancia contra los invasores extranjeros. “El coraje patriótico llevado hasta el sacrificio personal convierte místicamente la derrota en redención. La sagrada derrota exige rememoraciones y ceremonias, banderas, coronas de flores, llamas perennes”. Cuando a un terrorista que acaba de dar un tiro en la nuca a uno que está tomando un café se le llama gudari, se le está identificando con los gudaris de la Guerra Civil y con los vascones prehistóricos que no se sometieron a las legiones romanas. El presente, idéntico al pasado cercano y al remoto. 

Todas y cada una de las Comunidades Autónomas han abandonado todo atisbo positivo de proyecto común. Les es más rentable desde un punto de vista político y social ungir de categoría superior el hecho accidental del lugar de nacimiento, un motivo de orgullo caído de los árboles como la fruta madura, sin necesidad de esfuerzo de ningún tipo. Un razonamiento perverso; por un lado te otorga el privilegio de estar entre los perseguidos y las víctimas, por lo tanto habitando el Olimpo de los héroes sin haber padecido sufrimiento ninguno, y por otro te pone en bandeja el sacudirte de la culpa de todo lo negativo que te ocurra; al mismo tiempo, echársela a los opresores extranjeros que quemaban herejes, expulsaban judíos, exterminaban poblaciones completas de tribus autóctonas, esclavistas, apoyaban dictadores fascistas, talaban bosques enteros para construir barcas y olían mal porque no se cambiaban la ropa interior como dicen que hacía la propia reina Isabel la Católica. 




 Nacimiento del Ebro

En cambio tu pueblo se duchaba todos los días, las calles desprendían aromas de olorosos jazmines y azahares, inventaron el arte de la pintura en las Cuevas de Altamira, abrieron prósperas rutas comerciales y culturales por el Mediterráneo. Los almogávares no existieron. Mientras unos rastreaban los primeros vagidos de la lengua castellana en los cartularios de los monasterios, otros inventaban la maravilla del silbo gomero. Estos, levantan la mezquita; aquellos, los monumentos megalíticos de Mallorca, la catedral de Santiago o la universidad más antigua del mundo. Todos han practicado la justicia democrática más antigua a la sombra y bajo la protección del tejo milenario. Algunos han criado la raza de burros más poderosos para la labranza o han logrado seleccionar la gallina ponedora más activa. 

Se magnifica el agravio antiguo, la ofensa traspasa los tiempos como un dardo endemoniado y se extiende al presente como si lo sufrido, en caso de ser cierto, hace cientos de años,  acabara de pasar en lo que los historiadores llaman el “envejecimiento de la historia”. Y toma asiento en “ese nosotros publicitario y místico del narcisismo colectivo”. 

MM lanza el guante para que algún experto se aventure en un trabajo apasionante que queda por hacer. Sería un estudio serio de las campañas publicitarias con dinero público que han abusado del nosotros enfático para distinguirse, para diferenciarse y anular cualquier posibilidad de acometer el necesario proyecto común. De momento da cuenta de tres usos semejantes de la primera persona del plural en campañas distintas: Somos Extremadura, Som sis milions y la madrileña: Espejo de lo que somos. 



 "[Tu pueblo] ha mantenido caminos de peregrinación que ya existían antes del imperio romano"
  
Colegiata de Santillana de Mar

Las introducciones a los Estatutos de Autonomía son un género literario desprestigiado. Que levante el dedo quien los haya leído y no haya querido montar la tienda para quedarse a vivir para siempre en esos lugares tan entrañables. De momento solo conozco a MM que haya tenido la paciencia de poner los ojos en esas diecisiete muestras tan iguales y diferentes a la vez de las sagradas escrituras. A lo largo del tiempo, a lo largo de la historia, desde épocas milenarias, desde cuevas prehistóricas, impregnados de derechos originarios, todos recurren a legítimos y misteriosos privilegios milenarios, envueltos en banderas distintas, por los que supuran las heridas del rey Anfortas. 

Mientras tanto la pobre Constitución española de 1978, la única redactada por consenso, no en contra de y aprobada por mayoría, nacionalistas incluidos, no es más que un contratiempo, un accidente administrativo comparada con los derechos prehistóricos y paleolíticos del pueblo, esa misteriosa entidad biológica que ha existido desde los albores de los tiempos. 

You´ll let me hold your hand
Now let me hold your hand
I wanna hold your hand
 And when I touch you i feel happy, inside
It´s such a feeling
That my love
I can't hide
I can't hide
I can't hide
The Beatles



 




  Este  comentario pertenece al grupo de lectura colectiva que desde La Acequia coordina y dirige su autor, el profesor Pedro Ojeda Escudero


6 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Otra de las claves de lo que nos ha pasado: aquí todo el mundo se ha inventado un pasado propio, hasta se han inventado lenguas propias cuando no las había o se han fabricado en laboratorios filológicos para unificar la diversidad de las que había.
Al final, terminaremos todos teniendo una tomatina. ¿O ya la tenemos?

Ele Bergón dijo...

En el fondo todos somos nacionalistas y pensamos que lo nuestro es lo mejor. Esto llevado al extremo, nos ha llevado a cometer despilfarros y arrogancias que nos han costado mucho dinero.

Un abrazo

Luz

Paco Cuesta dijo...

la baldosa que pisó el paje de una infanta en la plaza del pueblo, da para una romería. En ocasiones es patético.
Un abrazo

Myriam dijo...

Primero decirte lo que te había dicho en mi anterior comentario: Me resulta muy interesante tu perspectiva y por supuesto, te leo con mucha atención, como siempre. La primera foto ¡me encanta!.

Gelu dijo...

Buenas noches, pancho:

Me has hecho volver a la escuela, y a las primeras nociones de Geografía:...”El Río Ebro nace en Fontibre, a 5 Km. de Reinosa, en la provincia de Santander. Pasa por...”
Enlazo una canción, -con poema de Unamuno incluido en el min. 2,44-.
La primera fotografía es la prueba de que los milagros existen en la naturaleza.
Estupendo trabajo.

Abrazos.

Myriam dijo...

Muy interesante el comentario de ntro Profe y da para pensar....

Besos