jueves, 19 de agosto de 2010

Don Quijote y Sancho a bordo, espectadores de excepción

1989-Mainz-Krahenwinkel


DON QUIJOTE DE LA MANCHA. CAPÍTULO 2.63

La visita a la galera capitana que defendía el litoral de Barcelona sigue a la humillación de DQ en tierra firme. Allí son testigos de la perfecta sincronización de los marineros en las faenas de la mar, espectadores de la alarma de barco enemigo, con su posterior caza, y de su participación escasa (únicamente interviene S para dar fe de la veracidad de la historia de Ricote) en la segunda parte del relato de su paisano morisco Ricote e hija, del que es reseñable su final tan ideal, basado en el perdón que merece la belleza y afectación de Ana Félix, final demasiado edulcorado y perfecto para el lector actual .

1862-Paris-Louis-Janet

Cervantes utiliza el relato para darnos a conocer la gran variedad de personal que navegan los mares. Entre ellos destacan: renegados, turcos invertidos, cristianos de conveniencia, travestís, moriscos disfrazados, católicos convencidos... poniendo el acento en la tolerancia que impone la estrechez de la convivencia en alta mar en contraste con la rigurosidad de la ley de los bandoleros, organizados para el asalto y el robo en tierras catalanas.

1929-Maestricht-Leiter

La misma tarde de la visita de DQ a la imprenta, les invitan a subir a una de las galeras que defendían la ciudad de los ataques de los corsarios. Son recibidos con honores de caballero principal, con alfombras en el esquife. Los remeros voltean a S "hasta que perdió la vista de los ojos". DQ que ve el "vuelo sin alas de Sancho" les advierte que si alguien tiene salero para hacerle lo mismo les "había de sacar el alma a puntillazos": ya se veía manteado como S en la venta o agotado como la noche anterior en el sarao de las féminas.


1906 - NewYork

Observan la pericia con que los marineros izan el velamen y los remeros hunden los remos en el agua, todos a una azuzados por el látigo del cómitre (jefe de remeros), para hacer salir el barco del puerto en busca de los vientos. DQ, ensimismado con la operación, le propone a S que ocupe un lugar en el banco. Cada latigazo podría contar por diez al venir de un experto en azotar espaldas desnudas. Lo que a S le extraña es que un solo hombre pueda manejar a tantos a su antojo.
1862-Paris-Louis-Janet

Desde Monjuí les señalan barco enemigo por poniente. El bergantín se entrega ante la operación de envolvimiento de las cuatro galeras. Dos turcos borrachos disparan y matan a dos soldados de la proa de la capitana. Intentan escapar pero son cazados por la ligereza de la galera. Lo llevan a puerto donde el virrey con mucha gente recibe al barco y treinta y seis prendidos. Sólo su oportuna llegada nos ahorra del ahorcamiento de los cautivos: el general enojado por la muerte de dos de sus mejores hombres se disponía a su ejecución. El virrey, prendado de la hermosura y humildad del capitán, le concede el último deseo. Por él sabemos que no es turco, ni moro, ni renegado, sino mujer cristiana y católica practicante de nombre Ana Félix. Algo que ya sabíamos por el relato que su padre Ricote, manchego, le había contado a S al abandonar éste el gobierno.

1866-London-Warne

Ella nos cuenta que regresa a España en busca del tesoro que su padre dejó enterrado. Su hermosura y virtudes crecieron en el seno de una familia de orden, en el marco estrecho de la ortodoxia católica. Su belleza traspasó el recato y encerramiento consiguiente. El mancebo caballero, Gaspar Gregorio, se enamora de ella más que ella de él, tanto que se mezcla con los moriscos expulsados para estar a su vera. De su padre no tiene noticias desde que marchó al extranjero en busca de acomodo. El rey de Argel se interesa por ella, el tesoro y don Gaspar. Ana disfraza de mora a su enamorado, temiendo por su integridad entre turcos. Bajo la indicación del rey y acompañamiento de los detenidos vuelven a España dejando a don Gregorio hecho mujer entre mujeres con el consiguiente peligro de perdición. Justo en este punto del cuento, "preñados los ojos de lágrimas" acompañada por más lágrimas de los presentes, el virrey le retira la horca y aparece su padre, Ricote, deshecho aún en más lágrimas al encontrar la auténtica riqueza, más preciada que el tesoro escondido.

Tras concertar el rescate de don Gregorio con el dinero del rico Ricote y el ofrecimiento del renegado para volver a Argel en su busca, se da por terminada la historia de Ana Félix y su padre Ricote, sin que Cervantes nos deje ninguna pista de los derroteros que seguirá la novela a partir de ahora. Al menos sabemos que en la mar hay gente más ocupada, sin tiempo de tramar tanta burla.

1938-Paris-Secretaire

Este comentario pertenece al grupo de lectura del Quijote que coordina y dirige desde La Acequia el profesor D. Pedro Ojeda Escudero. Persiste la ausencia de Internet en casa. Las obras prácticamente han terminado. ¡ Ya era hora !

6 comentarios:

Merche Pallarés dijo...

Preciosas las imágenes. Este capítulo ha sido un verdadero "tear jerker"... Besotes, M.

Paco Cuesta dijo...

Verdaderamente el presente capítulo, es como una enciclopedia resumida del mundillo marino de la época.

Abejita de la Vega dijo...

En la primera parte, don Quijote liberaba a unos futuros galeotes, que luego le apedrearon. En este capítulo, Sancho se pregunta qué han podido hacer esos desgraciados para merecer un infierno así. Y también cómo puede el cómitre pegar a tanta gente. El sentido común de Sancho es el sentido común de Cervantes.
En cuanto a la novelita bizantina, tiene un argumento tan artificial y tan traído de los pelos que resulta ser una parodia del género, no puede ser otra cosa. Que las historias fingidas son más deleitables si no se apartan de la verdad.
Un abrazo, Pancho.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Me gusta mucho esa idea tuya de la variedad de personajes que introduce Cervantes en este capítulo como clave mediterránea. Todo un acierto.

Asun dijo...

Veo que a pesar de tus dificultades informáticas sigues al pie del cañón y con el mismo nivel de siempre. Enhorabuena.

Besos

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Que bien...el enriquecimiento que añades a la lectura con tu aportación social del elenco de personajes...y las imágenes cada vez mejores..menudo banco tendrá Don Pedro...un abrazo amigo