miércoles, 8 de enero de 2014

Llegar sin viajar, verlo sin mirar





"Quien nace en el seno de un pueblo o quien es aceptado en él forma parte de su espesor para siempre"


Todo lo que era sólido (8) 
Antonio Muñoz Molina 

Recurrir a la voluntad colectiva del pueblo es una garantía fácil, un aval infalible. Te asegura el abrigo instantáneo de la colectividad. Ser miembro de una tribu te confirma el apoyo de un poder que casi parece sobrenatural porque procede de la antigüedad, ennoblecido en bronce por la historia y el paso del tiempo. Te unge de infabilidad casi vaticana, te otorga el don de la bondad, la inocencia perpetua. Las actuaciones de cualquiera que pertenezca al pueblo, sean las que sean, están siempre justificadas por la maldad biológica del opresor, en el caso español por el ente abstracto, agresivo y hostil asentado en Madrid. 

Una colectividad de ciudadanos nunca es perfecta porque proviene del diálogo permanente, del acuerdo entre sensibilidades distintas o de la imitación de modelos que han funcionado en otros lugares o contextos. Depende del azar, de un tira y afloja de concordia y discordia, lucha entre la bondad y la maldad que nunca adquiere el refrendo del tiempo ni la uniformidad norcoreana del pueblo porque está formado por individuos distintos. Hoy ganas, mañana pierdes. El vigor de un colectivo reside en su capacidad de disentir, nunca en la unanimidad que hunde en la degradante autocomplacencia. Compartir dos lealtades, dos himnos, dos banderas o varias y el ejercicio de la responsabilidad que comprende derechos y deberes, ahí está la virtud: “Elegir un argumento y no una interjección y no callar ante una injusticia”. 


  
 "Cuentan con las incondicionalidades del sectarismo y el clientelismo, del arrimo ciego a lo que se designa como propio, sea una aldea o una ciudad o un territorio enaltecido como patria". 


Es normal que un nacionalista quiera ser nacionalista, igual que un separatista se quiera separar y que un internacionalista quiera unir nacionalidades, ciudadanías, romper límites. Está en su esencia. Lo que no es normal es la unanimidad en el abrazo fraternal, que se abracen al nacionalismo, tan degradado desde un punto de vista historiográfico por los conflictos que ha deparado a lo largo y ancho de la historia, desde conservadores a libertarios pasando por comunistas, socialistas y progresistas, y encima que se esfuercen en serlo más que los separatistas más veteranos. 

El debate se vuelve imposible porque rápidamente convierten cualquier objeción a la deslealtad constitucional de los separatistas en fascismo centralista y opresión del nacionalismo español. 

“En el territorio sagrado los líderes son encarnaciones de la esencia del pueblo, cualquier crítica o acusación” de dispendio se neutraliza con la alusión al fortalecimiento de la identidad colectiva y te convierte en miembro indigno de una comunidad. 

A la autocensura invisible de lo que no es conveniente o no se puede decir porque no es coincidencia de carril, se une la anulación del espíritu crítico de los medios de comunicación, presionados por la presencia o ausencia en tu medio de la publicidad institucional que puede salvar o hundir el medio para el que trabajas. “La niebla de lo legendario y autóctono ha servido de envoltorio perfecto para el abuso y de garantía de impunidad”. “Envuelto en la oportuna bandera un delincuente es un héroe”. “El lenguaje político –dice Orwell - está diseñado para hacer que las mentiras suenen a verdades y que sea respetable el crimen”. 




 "La adhesión primitiva a un caudillo cercano se fortalece cuando por culpa de leyes forasteras [...] ese mismo caudillo que daba trabajo y se preocupaba tanto por el  pueblo se ve acusado en los tribunales".


Nacimiento del Ebro

En su afán por diferenciarse eligieron la obediencia ciega a la ciudadanía electiva, la mitología, el narcisismo, la grosería o la imagen en lugar de la sustancia, la educación, la soberanía cívica o el conocimiento histórico. Se dedicaron a repetir eslóganes, propaganda de naturaleza panfletaria. Igual que pasaron al marxismo leninismo desde los grupos de acción católica y regresaron al ultra liberalismo más radical. Nunca albergan ninguna duda de nada y pontifican al hablar. Optaron por el sectarismo porque les proporciona adhesiones ciegas, lealtades inquebrantables. Atacan al adversario con la misma furia que en el S.XVI se mataban los católicos y los protestantes o se exigía limpieza de sangre. Saber hacer cosas se valora única y exclusivamente si eres de la secta. Los que tienen la habilidad de hacer algo hace tiempo que huyeron de los partidos por no doblegarse a una obediencia ilimitada. 

Cuando a Sancho le ofrecen el puesto de gobernador de la ínsula, ser analfabeto es un mérito porque no ha podido contaminarse con la lectura de libros de herejes. Lo mismo ha ocurrido con la pertenencia a cualquier partido. 

La primera obligación del recién llegado es completar su adscripción partidista. Diferenciarse del adversario. Preferir siempre la diferencia a la similitud, la discordia al apaciguamiento, el sainete del enfrentamiento constante para encubrir tanto la similitud de sus intereses corporativos, como su incompetencia y la insaciable codicia para arramplar con todo. El clientelismo llega al extremo de defender a un condenado porque es de los nuestros. La culpa es de los otros que nos oprimen y nos roban. “Siempre llega el momento de cosechar los beneficios de la queja por el agravio sembrado durante tantos años”. 

Como en España prácticamente no ha existido pedagogía democrática o esta se ha mostrado claramente insuficiente, se ha impuesto el fluir natural de la ignorancia, la supremacía del fuerte sobre el débil como en el mundo animal. El clan, la tribu, los lazos de sangre. Lo natural es el desconocimiento. El aprendizaje de la democracia exige esfuerzo y dedicación, constancia ciega para ver los frutos a largo plazo, un poco más allá de las próximas elecciones. Si la democracia no se trabaja día a día, “sus grandes principios quedan en el vacío o sirven como pantalla a la corrupción y a la demagogia”. Aquí se ha predicado la gresca, el halago, el narcisismo, el odio; pero no habrían tenido tanto éxito de no haber contado con tanta complicidad de la clase política e intelectual, o de los líderes de opinión con acceso directo al púlpito. 



"Apelaciones a la antigüedad de los pueblos, a los fueros ancestrales, a los padres de la patria"

La desproporción entre dar una noticia en los medios y la avalancha de opinión es evidente. Se opina sobre lo que otro opina y se recoge en los medios tejiendo una maraña de opiniones sectarias que empañan la noticia escueta y lo más objetiva posible. “La comunicación sobre las cosas ha sido mucho más importante que las cosas mismas”. Solo así se llega a la creencia de que por tener un aeropuerto bien dotado se tienen aviones y gente dispuesta a viajar en ellos: “¿Si lo tienen esos, por qué no vamos a tenerlo nosotros?"

Lo importante era proyectarse. Todo el mundo se creyó con derecho a tener un pabellón de deportes para un pueblo sin niños. Una ópera en cada ciudad sin aficionados al bel canto. Una afición hay que mimarla y formarla. Un flamante palacio de congresos atraería congresos ya asentados en otros lugares. Lo que realmente importaba era salir en el gaseoso reportaje de la televisión servil, el impacto mediático de la inauguración. 


The farther one travels
The less one knows
The less one really knows
 Arrive without travelling
See all without looking
Do all without doing
The Beatles


 


 Este  comentario pertenece al grupo de lectura colectiva que desde La Acequia coordina y dirige su autor, el profesor Pedro Ojeda Escudero

5 comentarios:

Myriam dijo...

Es tan cierto: la democracia debe enseñarse. Los gobernantes deberían ser elegidos de acuerdo a la meritocracia y gobernar para todos los ciudadanos, no para una región, provincia, autonomía o partido.

Los demagogos saben muy bien manipular los medios de comunicación y si la ciudadanía no es crítica con los mensajes que recibe, es fácilmente manejable u no para su beneficio precisamente.

Besos, Pancho, y sigo, como te dije comentándote las entradas que ya las leí todas.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

En efecto, otra de las claves del libro bien explicada por ti: como en España nos ha faltado pedagogía democrática, somos fáciles víctimas de aquellos políticos que hablan a las tripas y no a la razón...

Abejita de la Vega dijo...

La democracia se aprende y nos ha faltado pedagogía y rodaje. Y hemos tenido mala suerte con nuestros gobernantes. Y con los periodistas...Porque no creo que los españoles seamos tan distintos.

Esas naranjas están para comérselas y esas sardinas para freírlas en un buen aceite de oliva. Buenas fotos y buen texto, como ya nos tienes acostumbrados.

Besos, Pancho.

PENELOPE-GELU dijo...

Buenas noches, pancho:

Veo que hoy has ilustrado la entrada con unos
lirios comestibles.
El pueblo necesita cultura, y los políticos honradez.
¿Qué más decirte?
Se nota que valoras al toro de lidia .
¡Cuántos siglos de saber apuntados en los versos de la canción de The Beatles!.

Un abrazo.

Paco Cuesta dijo...

La consolidación democrática está desde ahora mismo en manos de las generaciones que han nacido en ella.
Confiemos.
Un abrazo