jueves, 5 de diciembre de 2013

La absurda epidemia que sufren las aceras







Todo lo que era sólido 
Antonio Muñoz Molina 

La portada presenta a tres buenos mozos con la recia seriedad del ciclista campeón, aires de Miguel Induráin, entregados al trabajo en equipo, empleándose a fondo para vencer en una competición de soga tira, un juego popular que llegó a ser deporte olímpico. La entrega de los mozos en el esfuerzo es inútil, la imagen da una sensación de levedad porque falla por la base. Es como tirar de la soga metido en el agua sin hacer pie o como esos astronautas que flotan en la ingravidez del espacio exterior. 

La imagen es una buena representación de la economía española, cada vez más hundida a pesar de los sacrificios y esfuerzos titánicos de la población en tirar al unísono. Dispuesta a sacrificar lo que sea por salvarla. No se trata de a moro muerto, gran lanzada. La realidad económica es engañosa porque tiene los pies de barro, no cimenta en el firme, se desmorona porque carece de cimientos sólidos sobre los que asentar su crecimiento. 

"It is extraordinary how we go through life with eyes half shut, with dull ears, with dormant thoughts". 
Joseph Conrad, Lord Jim

“Es extraordinario cómo pasamos por la vida con los ojos entrecerrados, los oídos entorpecidos, los pensamientos aletargados”. 

La traducción de la cita de Conrad es impecable. Se ajusta a la perfección a uno de los puntos sobre los que gira el ensayo, fiel reflejo de la decadencia que para una sociedad tiene la relajación de costumbres. Echarse al surco del adormecimiento cuando piensas que el peligro ha pasado, que le has sacado muchos cuerpos de ventaja al enemigo. 

Todo el mundo sabía que aquello iba a estallar por los aires, pero la complacencia con la marcha boyante de la economía era obligatoria. Nadie excepto los terroristas se postulaba a hacer de aguafiestas de manera significativa: unos trenes de cercanías con la muerte dentro explotaron en Madrid y dos años más tarde, en las navidades de 2006, saltó por los aires el símbolo de la modernidad con gente en el interior, la T4 del Aeropuerto de Barajas. Solo Aznar emparejado con los poderosos en la foto de las Azores o Zapatero jugando la Champion League de la economía mundial, parecía turbar el idilio de la clase dirigente con los ciudadanos de a pie. Había dinero “pasá una vaca”. Guardar para mañana no entraba en las mentes estrechas de nuestros dirigentes; nada les impedía presentarse ante los ciudadanos hinchados de soberbia como pavos reales. 

La corrupción de las estructuras de la sociedad tiene una cara b con efectos diabólicos en la comunidad que la acoge. ¿Con qué cara vas a obligar a pagar a los defraudadores si con la otra pones el cazo en beneficio personal? Por poner un ejemplo, por hablar solo de las élites privilegiadas que dirigen las organizaciones e instituciones importantes en las que se articula un estado de derecho. Porque si los que tienen que dar ejemplo de austeridad y rectitud, vemos lo que hacen, se pueden imaginar el manejo que hay entre tanto jefecillo con poder para hacer y deshacer, poner y quitar, y que campa por sus respetos pisoteando derechos ganados hace décadas, amparados en el miedo de los sufridores a nuevos castigos o a perder el empleo. Jamás he visto que un parlamentario o un diputado de algo tenga un horario fijado en su oficina para recibir quejas o sugerencias de los paisanos que lo eligieron. No hablemos ya de verlos pisar los barros de los barrios o de los pueblos de la provincia. Si conocen a alguno, avisen para ponerle un pedestal como se hacía con los dioses antiguos. 

Pareja a la bonanza económica, se malgastan los recursos y se derrochan las energías en provocar el enfrentamiento. Arrecia la agresividad verbal de unos contra otros. La aspereza en la convivencia se acentúa. Como tantas otras veces ha pasado en la historia reciente de España, perdimos la batalla del lenguaje. Como apuntaba Baroja, falta cultura del debate. Aquí se tacha de facha o de rojo a todo aquel que piense diferente en materia política, social o de lo que sea. La mejor manera que conozco de abortar cualquier intento de debate o aproximación de posturas a través del diálogo. 

“En un país casi siempre amnésico los fragmentos del ayer lejano regresaban como armas arrojadizas”. Nunca tanta gente ha vivido mejor, nunca ha habido tanto trabajo. Nunca ha existido una clase media de base tan amplia que se permita ir de vacaciones varias veces al año o mandar a sus hijos a la Universidad. Jamás en este país la educación había sido obligatoria y gratuita desde los tres años a los dieciséis. La Universidad voluntaria, también casi gratis. Sanidad universal, sufragada a través del sistema más justo que se conoce de reparto de la riqueza. Una mano negra siempre saca a relucir los trapos sucios de nuestros abuelos de hace casi cien años. Paracuellos, Badajoz, el Ausente o el bombardeo de Barcelona por los aviones italianos. Obsesión por el pasado que regresa, nostalgia de la España más mísere y pobre que impide ver la realidad: “Obsesionados con la exhumación de fosas comunes no reparábamos en el fragor de las excavadoras que abrían por todas partes zanjas para construir chalets y bloques de viviendas sobre terrenos rústicos recalificados por alcaldes ladrones”. 

Una de las mejores canciones compuestas por otro de Úbeda: 

 Trepo por tu recuerdo como una enredadera
que no encuentra ventanas donde agarrarse, soy
esa absurda epidemia que sufren las aceras,
si quieres encontrarme, ya sabes dónde estoy.
Joaquín Sabina





Este comentario pertenece al grupo de lectura colectiva que desde La Acequia coordina y dirige su autor, el profesor Pedro Ojeda Escudero.

9 comentarios:

Abejita de la Vega dijo...

"Hay dinero", nos pone los pelos de punta leer ahora eso. Y todavía va a haber más, más de punta todavía. Derroche de nuevos ricos, terrible. Pero no nos dábamos cuenta, estuvimos sordos y ciegos.
Lo de la burbuja que estalla poco a poco parece un chiste de Lepe.

Confiemos en salir de esta.

Besos, Pancho, es un placer leer tus trabajos, trabajazos diría yo.

Paco Cuesta dijo...

El abanico está abierto y la polémica a punto, los resultados a la vista.
Un abrazo

Gelu dijo...

Buenas noches, pancho:

Seguiré con atención todo lo que aportéis de la lectura de este libro de Muñoz Molina.
Dejo el enlace de uno de sus estupendos artículos.

Un abrazo.

P.D.: Cuando suena la canción que has escogido, siempre me viene a la memoria Hilario Camacho y ese disco
de ...¡hace ya 33 años!

PENELOPE-GELU dijo...

Buenas noches, pancho:

No hay forma de que pasen bien los enlaces que quiero hacerte llegar.
A ver ahora.
http://antoniomuñozmolina.es/2011/05/hora-de-despertar/
y
href="http://antoniomuñozmolina.es/
Si no se abren puedes eliminarlos.

Adiós.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Qué buen comienzo para tu aportación, querido amigo: portada, cita y el conocimiento general de que aquello era tan poco sólido...
Gracias.

Antonio Aguilera dijo...

Un gigante con los pies de barro.
Luego vuelvo

Ele Bergón dijo...

Veo que el libro de Muñoz Molina, comienza analizando las causas de lo que ha venido después, supongo que nos invita a todos a reflexionar. Ya lo decía también Jose Luis Sampedro de cómo deberíamos aprender a pensar.

Un abrazo

Luz

Myriam dijo...

Que buena introducción con esto de la portada, que yo me salté olímpicamente.

Me dio mucha alegría, Pancho, verte por casa. Y gracias por haber leído el texto, que a nuestros amigo Antonio, le pareció muy largo y no solo le pareció, me lo cantó con toda la melodía jajajaja. Así que. de nuevo, mil gracias por haberlo leído y comentado en él.

Un beso y muy buen fin de semana.

Estrella dijo...

No estoy leyendo el libro, pero no me pierdo ninguna de vuestras aportaciones, interesantísimas, como siempre.

Saludos