Entrada del mediodía, de estilo Renacentista, a la iglesia de San Martín. Nada parece haber cambiado con el paso del tiempo en los alrededores de la iglesia en esta instantánea del mismo espacio en tres momentos distintos. La mezcla de estilos de la iglesia no desentona con la naturaleza diferente de las gentes que la miran de cara o le dan la espalda. Ni las cigüeñas que viven en la espadaña parecen tener necesidad de marchar.
Puerta de poniente tapada por el añadido del camerín de la capilla.
7 comentarios:
Sí cambia: la gente se sienta en sus escalones y no para pedir.
Esta serie tuya sobre Salamanca es maravillosa.
Pues sí que parece que no hubiera cambiado nada, al menos externamente. Pero seguro que la mirada de quienes por allí pasan sí que habrá cambiado.
Besos
Saludos desde Salamanca, estoy en el Catalonia. Mañana me voy a Madrid en tren.
Ahorita me voy a recorrer el casco antiguo y todo lo que más pueda. Me encanta, es una ciudad preciosa.
No recuerdo esa iglesia... Es que había tantas... Pero veo que la foto actual es más parecida a la antigua con más verdor. Besotes, M.
La falta de visión histórica ha potenciado barbaridades.
¡¡Estuve frente a ella y un samaritano me tomó una superfoto!! Me acordé de tí y de esta entrada que leí desde el ordenador del hotel, pero que no comenté en su momento.
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