lunes, 30 de marzo de 2009
Remedios
El otro día aquí se hablaba de remedios caseros. Indagando en periódicos de hace más de un siglo (El Adelanto) se descubren cosas que nos muestran que no hemos avanzado tanto como nos creemos. O sí.
sábado, 28 de marzo de 2009
English corner (1)
One of the crazy, useless things I do is to collect old methods of English learning. Sorry; I don’t know if my short number of old books – somewhere between forty and fifty – could stand the name of collection, but that is what there is. They don’t show a nice appearance, some of them dirty, full of dust and not very well preserved, indeed.
I’ve been collecting them along the years. I’ve got them in the rag fair which takes place every Sunday morning or in the old book annual fair.
I’ve thought that one of the ways to make them appear a little less useless and clean the dust that covers them, is – from now and then - to show here some of the shocking things you can find inside. It may be also considered as a way to compare the kind of learning people used to receive years ago and the one we are involved now.
"El Inglés sin Esfuerzo" from Assimil was used by thousands of students in
jueves, 26 de marzo de 2009
La dura realidad
De la misma manera que el barbero, paisano de DQ, fue el urdidor del principio de solución del asunto de la bacía y la albarda, con el referéndum y posterior tumulto; aquí es el cura el que toma los trastes para tratar de convencer a los cuadrilleros de
Se da prisa el autor por cerrar los episodios que aún permanecen abiertos, ahora que la venta ha quedado amortizada, más que de sobra, como escenario de acontecimientos. Se le ha quedado pequeña incluso desde el punto de vista del espacio: demasiada aglomeración de gente y de animales. Vamos descubriendo que el relato marcha a su final – no sólo porque la parte leída va incrementando su grosor, que también - sino porque vemos a DQ resignado, transportado en contra de su voluntad, con el único consuelo de su Dulcinea que; idealizada como es, le espera.
No quiere C que perdamos la referencia de que lo importante y sustancial de la novela son DQ y su escudero, después de la vidilla que le ha dado a tantos secundarios que han pasado por la novela, cuando afirma: “Sosegadas, pues, estas dos pendencias, que eran las más principales y de más tomo” refiriéndose a la albarda y la bacía.
D Fernando ayuda a resolver la otra pendencia pendiente de D. Luis y Clara, ofreciendo su casa para alojar al enamorado y uno de sus criados hasta que su padre reciba noticias de la situación y dé consentimiento. Asimismo, paga los desperfectos del desenfreno de DQ con los cueros de vino, cuando le parecieron el gigante Pandafilando de la Fosca Vista, quedando la venta tranquila como una balsa de aceite.
La paz que reina en la venta en este momento no convence a DQ que, utilizando la misma táctica de cuando rompió el lanzón contra el suelo; es decir, usar la sorpresa como arma de ataque, propone a su señora Dorotea marchar en busca de Pandafilando, pues si se demoran “dándole lugar al tiempo”, podría fortificarse y hacer imposible el asalto y derrota. Dorotea cede la decisión a su guardián que decide que la partida sea inmediata.
Sancho se muestra reticente a la marcha. Prefiere esperar, sospecha de las penurias y zozobras que le esperan. Al fin y al cabo él sabe que las deudas, desperfectos y costas ya han sido saldados por D Fernando y el cura. Los escudos de oro de la maleta de Sierra Morena todavía están a buen recaudo, en algún lugar que sólo él conoce y, lo que es más importante, sin sufrir un ardite de merma.
La reacción de DQ es iracunda, cuando S le sale con el cuento de que ha visto a Dorotea haciendo arrumacos con su marido, D Fernando. Se salvó el escudero, porque no tenía el amo el lanzón a mano. Al suceso le sucede un avergonzado S que no vuelve a decir ni pío en lo que resta de capítulo, si no es para agradecer las promesas de cobro de su minuta.
Intervienen Dorotea y D Fernando para apaciguar la ira de un herido DQ, como consecuencia de la insolente observación de S a sus convicciones más sagradas. La primera achaca al encantamiento de S que le hizo decir y ver lo que no vio. DF le ruega al hidalgo perdón para S “sicut erat in principio” que por contexto debe querer decir borrón y cuenta nueva.
Dos días después de la llegada – que parecieran meses a los lectores por la cantidad de sucesos que ocurrieron – deciden procurar la cura de la locura de DQ en su aldea. Rápidamente hicieron una jaula, se disfrazaron todos menos S, que poco le faltaba para faltarle el sentido como a su amo, vio cómo lo ataban, le encerraban y clavaban “los maderos tan fuertemente que no se pudieran romper a dos tirones”.
DQ sólo se alivia al oír decir al barbero disfrazado, que no se aflija pues así conviene para acabar yaciendo con la blanca paloma tobosina. Igual de satisfecho queda S al escuchar cómo le ofrece pagar el salario prometido en caso de que no pueda pagarle con ínsulas que ya ve difícil de alcanzar a estas alturas del cuento.
Este comentario pertenece al grupo de lectura del Quijote. Ya ha sido publicado en La acequia
miércoles, 25 de marzo de 2009
Habla popular de Lumbrales (1)
domingo, 22 de marzo de 2009
El huerto
Ayer, domingo, por la mañana bien temprano, tenía faena en el huertito. Unos amigos agricultores, que además de otras cosas, siembran también patatas, me habían dado unas cuantas para plantarlas. Este año hemos decidido sembrarlas, porque es uno de los cultivos más fáciles y que menos trabajo dan a la hora de cultivarlas. Sólo hay que sembrar, verlas crecer y recogerlas en verano. Si la primavera y verano vienen secos hay que regarlas un poco. No mucho, pues dicen que las de secano son mejores. Para que germinen es necesario que la tierra tenga humedad; como ocurre con cualquier planta.
Desde hace unos años, uno de mis hobbies es la jardinería, junto a la huerta, que vino como un efecto secundario. Puedo asegurar que no he visto nada más relajante y que reporte más satisfacción que ver crecer las plantas que tú plantaste y recoger los frutos de algo de lo que has observado su evolución desde el principio. No hay ser vivo más agradecido y que recompense más y mejor que las plantas. Lo único que te piden es que no las maltrates. Si las tratas bien, ellas no te decepcionan. Además nunca protestan por nada. Muy a tener en cuenta este último aspecto.
Intentaré dar cuenta de la evolución de mi pequeño huerto aquí, en el cuento que no es cuento, donde uno cuenta lo que le ocupa.
Detrás del banquillo
Las esperanzas que teníamos de que
Los más de 8.000 espectadores, cifra record de asistentes de la presente temporada, no tuvimos más remedio que resignarnos ante la solidez del equipo chicharrero, a excepción de los 300 tinerfeños (mayoría estudiantes de
En fin, sólo nos queda lamentar el penalti a su favor que no desperdiciaron: riguroso, visto desde la preferencia, donde nosotros nos encontramos y un cabezazo al palo, en la segunda parte, cuando mejor estaba jugando el Salamanca.
Aunque hoy la posibilidad de ascenso parece alejarse, no deberíamos arrojar la toalla. Los seis puntos a los que está el tercer puesto, pueden limarse con un par de victorias seguidas. Hala Unión.
jueves, 19 de marzo de 2009
Un plebiscito, un acuerdo y un tumulto
El oidor no oía nada de la quimera de la jofaina con rebaje, de lo concentrado que estaba en encontrar una salida al dilema de D Luis, ahora que sabía que podía sacar beneficio.
Uno de los cuatro criados de D Luis, que no conoce lo andado por el grupo originario en Sierra Morena da la clave al afirmar: “… Que no carece de misterio el porfiar una cosa tan contraria de lo que nos muestra la misma verdad y la misma experiencia; porque, ¡voto a tal! -y arrojóle redondo-, que no me den a mí a entender cuantos hoy viven en el mundo al revés de que ésta no sea bacía de barbero y ésta albarda de asno.”
Tan abismado estaba DQ en la “quistión” que al oír cómo un cuadrillero de
Lo que sucedió fue un pandemónium de golpes, de unos contra otros, que zanjó DQ de la siguiente manera y que sirve como conclusión de la historia de la bacía: “¡Ténganse todos; todos envainen; todos se sosieguen; óiganme todos, si todos quieren quedar con vida!” - concluyendo - “que es gran bellaquería que tanta gente principal como aquí estamos se mate por causas tan livianas.” Quedando en su imaginación albarda por jaez, bacía por yelmo y venta por castillo.
Seguidamente, D Fernando echa una mano al Oidor en la búsqueda de una salida al contencioso de D Luis, algo que parecía insoluble; resultando una apología del diálogo; elemento imprescindible en la resolución de conflictos.
El mismo al que iba dirigido el lanzonazo que DQ hizo trizas contra el suelo, resentido, prepotente y rencoroso; escudriñó y encontró, en algún lugar de sus recuerdos, que estaba en posesión de un pergamino que incriminaba al Hidalgo por haber liberado a los galeotes. Allí mismo hubiera dejado sin aire para siempre al cuadrillero si no es por la intervención de los presentes. Termina el capítulo con el discurso - apología de
Este comentario pertenece al grupo de lectura del Quijote. Ya ha sido publicado en los comentarios de La Acequia
domingo, 15 de marzo de 2009
Eterna crisis
¿Quién ha dicho que la crisis de la prensa de papel es reciente? Internet apareció en nuestras vidas y lo hizo para quedarse. Su alojamiento no ha sido gratuito. El peaje aún lo están pagando sectores como : la música, el cine o los periódicos tradicionales. Sin embargo, la crisis no es de ahora. Ya en 1906 los editores tenían que aguzar el ingenio para vender números. Aquí reconozco influencia de Aniano: maestro del scanner.
viernes, 13 de marzo de 2009
Un dilema, un obviado DQ y un baciyelmo
Al rayar el día, la misma que había atado la muñeca de DQ con un rabero le desató, al oír sus gritos de dolor cuando intentaba, sin éxito, descansar su ser en el suelo. Sin dilación se montó en un Rocinante que; aunque lo había tirado de sus lomos, allí estaba esperando fiel y pacientemente a que su jinete se liberara. Tomó sus herramientas de matar y, desde lo alto, retó a todos los que, riéndose, habían dudado de su capacidad de Caballero. Concluye la historia con un DQ que: “moría y rabiaba de despecho y saña”, con la autoestima por los suelos al ser obviado por los presentes, tomándole por loco. Se justifica a sí mismo su estatismo, sugiriéndose la imposibilidad de emprender una nueva acción hasta que no haya repuesto en su trono a la reina Micomicona. No le queda más remedio que dedicarse a la solitaria tarea de guardar el castillo.
Los cuatro jinetes recién llegados enseguida deducen que el joven D Luis debe de estar en la venta, al descubrir el carruaje que había venido siguiendo desde
Ya tenemos el dilema planteado. No es la primera vez que lo hace C en la obra. Aquí se trata de dos vidas. La del hijo que la pierde si lo llevan y la del padre que la pierde si no le presentan al hijo. DQ, que escucha los razonamientos, deja la guardia para ver cómo, cual rey Salomón, interviene el Oidor con “Sepamos que ocurre de raíz” que muy imparcial no puede ser en el asunto al ser su hija parte sustancial de la resolución del mismo.
De repente, -aumentando el ritmo narrativo de una manera que no habíamos visto hasta ahora – dos huéspedes se enfrascan en una pelea con el ventero al pillarlos in fraganti cuando querían marcharse sin pagar. Tan interesante estaba el tema de D Luis que nadie repara en ir a separarlos, ni siquiera DQ que se escaquea como puede, cargado de razón después del ninguneo que acaba de sufrir por parte del ventero. En un nuevo fundido narrativo que añade más acción, nos devuelve a D Luis que le confiesa al Oidor que ha dejado su propia casa por su hija Clara para seguirla “como la saeta al blanco, o como el marinero al norte”. Un interesado Oidor consigue convencer a los criados de que le es menester un día para deliberar sobre el tema.
Gracias a la intervención de DQ – esta vez dejando el lanzón aparcado - los parásitos se avienen a pagar los gastos. Con los criados esperando la resolución del Oidor, sin solución de continuidad, entra en escena el barbero al que habían desprovisto de su albarda nueva y de su bacía. Requiere sus aparejos en cuanto los reconoce, a lo cual se opone S que le lanza un puñetazo en las muelas que le hace sangrar. Tanto le gusta a DQ cómo S se bate el cobre con el barbero que se propone en su corazón armarle caballero, en cuanto la ocasión sea propicia. Como el barbero seguía insistiendo en la pertenencia de la albarda, DQ zanja la quimera atribuyendo al encantamiento del lugar, la conversión en albarda de los aparejos de la caballería del barbero.
Juega fuerte DQ al mandar traer la bacia a su presencia para demostrar que se trata del yelmo de Mandrino. Sancho, que no era la primera vez que veía el lanzón en sus costillas por contradecir a su amo, en un momento de lucidez nos deja para la posteridad una de las palabras con más connotaciones de la novela. Para él se trata de un baciyelmo, pues, aunque dando la razón a su amo se pueda quedar con la albarda nueva, no puede consentir en llamar yelmo a algo que el sabe que es bacia. Prueba de la controversia la tenemos en Google. Si escribimos baciyelmo salen 2.890 resultados en 0,06 “
Aquí nos deja el autor, de nuevo, con dos historias sin terminar para la próxima semana. Al menos esta vez, concluyó la de DQ colgado.
Este comentario ya ha sido publicado en La Acequia, dentro del grupo de lectura del Quijote.
miércoles, 11 de marzo de 2009
Chorrovío
Así, enumerados de uno en uno, con nombre y apellidos, a lo más que acertaríamos es a relacionarlos con cualquier actividad relativa a Lumbrales: ninguno nos suena raro, todos cercanos. Gracias a los frailes Fray Gerónimo Perete y Miguel Gil sabemos que fueron enterrados en Lumbrales al día siguiente, el 12 de Marzo de 1809, y que murieron “en la acción del 11 de Marzo contra los franceses”.
martes, 10 de marzo de 2009
¿Saldremos con el empleo?
Empezar un blog es como empezar un nuevo curso, con nerviosismo y a la vez con curiosidad por conocer los nuevos compañeros, nuevos alumnos... Uno empieza con las dudas lógicas de si va a poder estar a la altura que esta herramienta tan útil y maravillosa se merece. Siento que algo sé de cosas muy variadas, seguramente a fondo, de nada. De todas formas intentaremos, que por lo menos, el jefe de este invento no nos eche el cierre por incompetencia.
Aunque hoy sea la primera vez que escribo en este cuento que no es cuento, que vete tú a saber, si lo será o no; llevo un par de años entrando a leer los blogs de otros, verdaderas joyas cibernéticas. Por qué será que a uno le gustan los buenos, con los que no es posible la comparación, porque entran en otra categoría. Conscientes del punto de partida, jugamos en la tercera división, iremos subiendo lo que se nos ocurra conscientes de lo difícil que es ser original en este mundo bloguero con la cantidad y calidad de tanto blogger maravilloso desperdigado ahí fuera.
El título lo he tomado de una expresión que Cervantes utiliza con frecuencia en El Quijote, enfrascados como estamos en su lectura en el grupo de lectura que coordina Pedro Ojeda en La Acequia.
Manolo, el de “puntos de vista” (una suerte tener al autor de esta joya tan cerca), esta tarde, me ha estado dando unas clases de blogs gratis. Creo que he salido saturado de tanta información en tan poco tiempo. Sobre la marcha, iremos aprendiendo y añadiéndole cosas. De momento parece que el enlace funciona. No está mal para el primer día. Bueno mañana más.