martes, 30 de marzo de 2010

Habla popular de Lumbrales (36)


Cachón del Camaces. Foto de Pablo


Dichos, expresiones, chascarrillos, refranes…

Por me de ó por mor de: Por causa de: "Por me del frío no pude ir a misa."

Quien come y canta el juicio le falta: Muy repetido esto en las casas lumbralenses a la hora de las comidas.








Quien se levanta tarde, ni oye misa ni come carne: Es curioso comprobar cómo los preceptos de la Iglesia católica están incrustados en la tradición popular. Los ingleses tienen un proverbio con un significado muy similar: “The first bird gets the worm” Con una traducción literal mucho más prosaica: El primer pájaro se come el gusano.







Rape imba: En el frontón, enviar la pelota ligeramente por encima de la raya era rape imba: golpe maestro, difícil de devolver por el contrario. (Arturo Ortiz)

Sacar la lengua a paseo: Hablar más de la cuenta.




Cachero: Palo o estaca que se lleva en la mano para arrear a los animales.
No está en el DRAE.
No está en el DCT.

Cachimba: Pipa de fumar. Es palabra española, aunque no corriente.
DRAE: 1. f. pipa (‖ para fumar).
No está en el DCT.

BDE: 1836, Americano “hoyo(lleno de agua)”, pipa, cacimba, en 1729. Probablemente del quimbundo, kisima “hoyo, poza”, por conducto del portugués.

Cachipegar:
Montar el perro a la perra.

No está en el DRAE.
No está en el DCT.


Cachipodar: Mondar o podar a fondo los árboles.
DRAE: 1. tr. Podar las ramas pequeñas y encimeras de un árbol.
No está en el DCT.


Cachiporra:
Porra usada para arrear el ganado.

DRAE: 1. f. Palo enterizo que termina en una bola o cabeza abultada.
No está en el DCT.
BDE: 1548, gazporra, mozárabe, S XII. Compuesto de porra y un elemento cach- o caz-, de prigen desconocido, que reaparece en los sinónimos cachava, cachurra, port. Cacheira, cacete.


Cacho: Unido a un sustantivo le minimiza o aumenta su valor, dependiendo de la entonación que se le dé. Así se oye: “Vaya un cacho coche que te has comprao.”. “Eres un cacho atontao”.
DRAE: 3. m. U. para reforzar el significado del adjetivo o del sustantivo al que antecede, a veces unidos por la preposición de. Cacho animal. Cacho de tonta.
No está en el DCT con esta acepción.





Cachonera: Estrechez en la corriente de un río o arroyo con fuerte ruido en las crecidas de mucha agua.
No está en el DRAE.
No está en el DCT.








Cachuela: Estómago de las gallinas.
DRAE: 3. f. molleja (‖ estómago de las aves).
No está en el DCT.


Cachuelo:
Tumbo. “Anoche me pegué un cachuelo de miedo jugando al escondite” Un negocio de cachuelo es uno de poca monta.

DRAE: 2. m. Perú. Trabajo eventual de poca remuneración.
No está en el DCT con esta acepción.

BDE: Nombre de pez. 1627, procedente de cachorro.



Caer: Tirar o derramar. Es normal escucharlo usado como transitivo: "Ten cuidado no me caigas”.
DRAE: 26. tr. Dejar caer. 27. tr. Tirar o hacer caer.
No está en el DCT.
BDE: Med. S. X. Del latín CADERE.

Abreviaturas utilizadas:
DRAE: Diccionario de la Real Academia Española.
DCT: Diccionario del Castellano Tradicional.
BDE: Breve diccionario etimológico de la lengua castellana. Joan Corominas



La foto del interior de la iglesia es de Jaime Grandes. Las del río es de Pablo. 

 

domingo, 28 de marzo de 2010

La Clerecía, Barroco dorado de frontera interior




Ciudad de polvo y de papel dorado

Sopor de lauro coronado de

Torres de arena deshaciéndose.

Anibal Núñez




Composición de lugar:

Piedra que en más piedra choca

Para hacerse luz barroca

Que nada puede apagar.

Sólo en el crepuscular

Enigma de tanto vuelo

Se desvanece el desvelo

De quien tallaba y quería

Subir una teología

Cincelada desde el suelo

Y desde el suelo trepó

Silogismo y llamarada.

Esta piedra apasionada

Que para Dios se soñó

Como era por Dios soñada.

Antonio Sánchez Zamarreño.

jueves, 25 de marzo de 2010

Don Quijote aconseja a Sancho



"[...} has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo."

1989 - Mainz - Krahenwinkel

DON QUIJOTE DE LA MANCHA: CAPÍTULO 2.42


La sonrisa ancha que se dibujaba en el rostro del ocupado lector al dar término el viaje por el espacio exterior sin necesidad de cohete, sólo con la imaginación de DQ y S, se transforma en aplausos del público lector, algunos haciendo la ola de admiración a Cervantes por el remate de la faena de los consejos de DQ a su escudero: “en los últimos pasos de la vida te alcanzará el de la muerte, en vejez suave y madura, y cerrarán tus ojos las tiernas y delicadas manos de tus terceros netezuelos.” En el diálogo que abre el capítulo entre el duque y S, éste se nos aparenta distinto. Su disposición va de la ambición al pedir el cielo a la humildad de quien conoce sus limitaciones al confesar su analfabetismo, cuando afirma que sólo sabe el Cristus de haberlo visto, no sabido. Los consejos de su amo parten de la observación directa de lo que ocurre con los gobernantes y da consejos para cortar el aire a los murmuradores. En fin, un DQ modelo de rectitud y prudencia, coherente con los principios que le echaron al camino.

En efecto, un día después del accidentado aterrizaje, con los cuerpos aún doloridos del colapso del caballo de madera, el duque le dice a S que se ponga muda nueva y se avíe, que los insulanos ya esperan impacientes a su gobernador. El escudero socarrón le contesta que ya no considera indispensable la toma de posesión: “… se templó en parte en mí la gana que tenía tan grande de ser gobernador” después de observar desde lo alto lo pequeña que es la tierra y por consiguiente los hombres que la trastornan. El noble no puede satisfacer la demanda de S de un trocito de cielo, algo que está sólo bajo la jurisdicción de Dios. Sin embargo, está en disposición de ofertarle una rumbosa y fértil ínsula: “donde si vos os sabéis dar maña, podéis con las riquezas de la tierra granjear las del cielo.” Cielo para los ricos, para los que más tienen, para que luego vengan con lo del ojo de la aguja, los acomodados y el reino de los cielos.

"Sancho se le humilló y le dijo:"
1927 - New York - Macmillan

S se humilla físicamente; pero, orgulloso y exigente, acepta el gobierno por defecto, como mal menor, no como forma de ascenso o medra, sino para probar “cómo sabe el ser gobernador”. Esta mención al sentido del gusto da pie al duque a resaltar el sabor dulce de “mandar y ser obedecido”. También a DQ le pesará en el alma el tiempo que ha dejado de ser emperador, incluso pastorear un rebaño de ovejas modorras debe ser mejor que no mandar.

Esta misma tarde te pondrán el traje de mandar y mañana iréis al gobierno – le anuncia el duque-. De cualquier manera seré Sancho Panza - le responde el escudero - .

Sancho escucha los consejos de su amo como un niño bueno.

1893 - Paris - Charavay


Enterado DQ de la celeridad de la marcha de S para la ínsula, lo coge de la mano con la intención de aconsejarle. Comienza sus consejos un tanto dolido porque su escudero haya encontrado antes que él mismo la llave que abre la puerta del ascenso social, mientras “Otros cohechan, importunan, solicitan, madrugan, ruegan, porfían, y no alcanzan lo que pretenden” : Cervantes identificándose con su criatura y quejándose de cuán injusta es la ventura. Él, gran parte de su vida, intentando alcanzar un puesto que le dejara tiempo libre para desarrollar su talento sin penurias, algo que nunca consiguió , mientras otros sin méritos, como a S, se les da todo únicamente con el roce del aliento de la Caballería Andante. Le pide que no se endiose y que le dé gracias a Dios y a la Caballería Andante. Lo primero es temer a Dios y a continuación conocerse a sí mismo, de esta forma evitará hincharse como el pavo real, dejando al descubierto sus pies sucios de porquero.

Para librarse de críticas debe usar la blanda suavidad en el ejercicio del cargo, que no está reñida con la seriedad y gravedad del puesto. Asimismo, debería hacer gala de la humildad de su linaje, evitará ser atacado por ello. Igual que en otros momentos DQ afirmó que la virtud con sangre es más, aquí aserta que “la virtud vale por sí sola lo que la sangre no vale.” ( un tanto de contradicción se le observa, algo natural en quien tanto habla) . Sin embargo, a los parientes tiene que “acoger, agasajar y regalar”.

No le duelen prendas al afirmar de las mujeres que son manirrotas y tontas, luego el marido tendrá que responder por ellas, cuatro por uno, en el Juicio Final. Desconfía de la mujer hermosa: “quita los ojos de sus lágrimas y tus oídos de sus gemidos”; son armas de mujer.


La verdad hay que buscarla entre las lágrimas del pobre y la información que proporciona el rico, además que no se ceben sus palabras con el que ya lleva consigo la penitencia. Culmina la conseja anunciándole que sus días serán luengos, eterna su fama, colmados sus premios, casará los suyos con ventaja y su felicidad será indecible, pero que no se levante, Sancho, que todavía hay más, estos son sólo los consejos del alma, quedan los consejos para el cuerpo en el capítulo siguiente.


La sombra delata al noble de la poca simpatía.

1938 - Paris - Secretaire

Este comentario pertenece al grupo de lectura del Quijote que coordina y dirige desde La Acequia el profesor D Pedro Ojeda Escudero y ya ha sido publicado en la misma


martes, 23 de marzo de 2010

Habla popular de Lumbrales (35)





 
Calle del barrio la Fuente



Dichos, expresiones, chascarrillos, refranes…

 


Pasar razón, dar razón: Avisar a alguien.

Pasar las de Caín: Pasar por una situación apurada, que puede ser económica, anímica o de otra índole.

Pasar más hambre que el perro señorito: Cuando de la manduca se trata, mal asunto es andarse con remilgos y miramientos.





Poco a poco, hila la vieja el copo: Los italianos dicen algo así como que “quien va piano va lontano.” Que es lo mismo que el dicho popular que dice que las prisas son sólo buenas para los ladrones y los malos toreros.

 



Por los Reyes lo conocen los bueyes: Haciendo referencia a que los días van creciendo poco a poco a medida que avanza el invierno.

 



 
Cabezá: Acortamiento dialectal de cabezada. Apero, hecho de tiras de material, que sujeta la cabeza de las caballerías. A él va unido el ramal o el rabero en los burros.
No está en el DRAE.
No está en el DCT.
BDE: Cabezada aparece en 1505

 

 
 
Cabeza gato: Forma de cortar los fresnos dejándolos arriba pelaos completamente. Los robles no se pueden cortar así pues se pueden secar, hay que dejarle alguna rama para que respiren, como a las encinas.
No está en el DRAE.
No está en el DCT.
BDE: 957. De CAPITIA, forma que sustituyó a CAPUT, -ITIS id., en el latín vulgar hispánico.

Cabras: Aparte de los animales, dícese de las señales en forma de moratones, que salen en las canillas debido al calor del brasero.
DRAE: Cabrillas: 4. f. pl. Manchas o vejigas que se hacen en las piernas por permanecer mucho tiempo cerca del fuego.
DCT: Mismo significado.
BDE: 965. Del latín CAPRA.


 


Cabresto: Vulg de cabestro. Animal que va el primero y que guía al resto de la manada. Se utilizan sobre todo con ganao bravo. Se llama cabresta a la oveja que rompe la primera. Se le suele poner un cencerro.
No está en el DRAE.
No está en el DCT.
BDE: Cabestro, 1330. Del latín CAPISTRUM.

 

Cacagüeses: Cacahuetes. Palabra mal pronunciada.
No está en el DRAE.DCT: Mismo significado.
BDE: 1765 – 1783; antes cacahuate, 1653, todavía mejicano. Del náhuatl tlalcacauatl. De tlalli “tierra” y cacauatl “cacao”, propiamente “cacao de la tierra”.

Cacarear: Divulgar. “No se puede decir nada porque esta muchacha en seguida todo lo cacarea.”
DRAE: 2. tr. coloq. Ponderar, exagerar con exceso las cosas propias.
No está en el DCT con esta acepción.
BDE: 1539. Onomatopeya.

Cachano-a: Dícese de la persona que pisa mal y gasta el calzado de forma desigual. Dícese de los zapatos desgastados y ladeados.
DRAE: 1. m. coloq. diablo (‖ príncipe de los ángeles rebelados).
No está en el DCT.

Cachapedo: Un tipo de malas hierbas.
No está en el DRAE.
No está en el DCT.

Cacharolas: Nalgas. Se suele aplicar cuando un niño pequeño está gordito. “Mira qué cacharolas, qué cara y qué alegre es este niño”
No está en el DRAE.
No está en el DCT.

Cacharros: Útiles de cocina. Utilizado habitualmente en la expresiones “fregar los cacharros” o “recoger los cacharros.”
No está en el DRAE con esta acepción.
DCT: Mismo significado.
BDE: h. 1500.



 

El color verde aceituna en algunas palabras indica que son de reciente incorporación, posterior a Mayo de 2007.

Abreviaturas utilizadas:
DRAE: Diccionario de la Real Academia Española.
DCT: Diccionario del Castellano Tradicional.
BDE: Breve diccionario etimológico de la lengua castellana. Joan Corominas



La foto de las ovejas es de SanFelices de los Gallegos. De Jaime Grandes
La del museo Textil es de la página del Ayuntamiento de Lumbrales. 


domingo, 21 de marzo de 2010

Diego de Torres Villarroel

Fachada plateresca de la Universidad. En ella fue catedrático de Matemáticas don Diego

Hidrólogo, poeta, médico, meteorólogo, experto en apicultura, músico, catedrático de matemáticas, aprendiz de parapsicólogo, oráculo, vendedor ambulante, torero, astrólogo, bailarín, teólogo, clérigo, bordador, actor, dramaturgo… son sólo algunas de las actividades que don Diego Torres Villarroel (Salamanca, 1694 – 1770) emprendió a lo largo de su vida. Personaje que no dejó indiferente a nadie, movió pasiones que él mismo instigaba a favor o en contra en una ciudad cuya población en ese momento no iba más allá de 15.000 almas. A la popularidad que le adornó en vida – algunas de sus obras fueron auténticos best sellers - le sucedió el olvido, como suele acontecer con la mayoría de los escritores.

Don Diego fue un heterodoxo en su tiempo: transgredió los tabúes de la ortodoxia universitaria y jamás fue comprendido. Fue un magnífico del conocimiento científico, a menudo echando mano del habla de la calle, si con ello se hacía más inteligible.

Calle Libreros
Hijo de un librero de la ciudad, su infancia discurrió entre libros y pliegos impresos, en la calle Libreros, donde se alza la fachada plateresca de la Universidad. Con la excepción de unos cuantos años, vivió, trabajó y murió en Salamanca, de cuya Universidad fue catedrático de Matemáticas. Su muerte – cuando alcanzaba los 77 - tuvo lugar en el Palacio de Monterrey, pues venía siendo administrador de los Duques de Alba desde hacía unos veinte años. Sus restos descansan en la iglesia de los Capuchinos.

“Yo disculpo en la Universidad el poco amor con que me ha tratado; lo primero, porque soy en sus escuelas un hijo pegadizo, bronco y amamantado sin la leche de sus documentos. En sus aulas no se consienten ni se crían escolares tan altaneros ni tan ridículos como yo, ni en ellas se especulan ni practican los disparates y fantasías que yo agarré al vuelo por el mundo, cuando vagaba libre y alegre; y a la verdad, nunca me hallé con gusto ni me sentí con humor de aprender los arrebatamientos, profundidades y tristezas con que hacen los negocios de su sabiduría. Lo segundo, porque mi temperamento y mi desenfado es enteramente enemigo a la crianza y al humor de sus escolares, porque ellos son unos hombres serios, tristes, estirados, doctos, llenos de juicio, penetraciones y ambigüedades y yo soy un estudiantón botarga, despilfarrado, ignorante, galano, holgón y tan patente de sentimientos, que siempre que abro la boca, deseo que todo el mundo me registre la tripa del cagalar.”

Vida, ascendencia, nacimiento, crianza y aventuras del doctor don Diego de Torres Villarroel 1752


Palacio Monterrey, donde murió. Propiedad de la Casa de Alba.



Iglesia de Capuchinos desde el parque de San Francisco.

jueves, 18 de marzo de 2010

Clavileño





"...no me aprietes tanto, que me derribas..."

Eutimio Sánchez

DON QUIJOTE DE LA MANCHA. CAPÍTULO 2.41


El término de la historia del viaje de DQ y S a lomos de Clavileño por las regiones del aire que lindan con el fuego, provoca una sonrisa de oreja a oreja a los lectores, ocupados y desocupados. Y nos sonreímos por la actuación de S como un vengador que se recrea en la burla de los duques y la observación final de su amo sobre los sucesos de la Cueva de Montesinos, que hace bueno el dicho de alquimia de que todo lo que es arriba es abajo. A partir de aquí la novela debería pegar un giro, ya sabemos que S conoce la farsa, pero mucho nos tememos que su ambición sea mayor que su impulso de abandonar estas historias de engaños mutuos.




"a deshora entraron por el jardín cuatro salvajes, vestidos todos de verde yedra" 

1883 - Roma - Gentilucci


S se nos presenta lloroso y convencido de la conveniencia de acompañar a su amo donde sea menester, si con ello puede evitar que el verano se les eche encima con las dueñas aún barbadas. Media hora después de que las sombras abandonen los cuerpos que las sustentan, entre cuatro salvajes meten en el jardín el caballo de madera, inmediatamente después vuelven sobre sus pasos los portadores, no sin antes hacer firmar la hoja de entrega y dejar el manual de instrucciones del artilugio: dos, y vendados, deben ser los jinetes hasta que relinche Clavileño o se presente Malambruno que será la señal de fin de trayecto .
La Trifaldi interviene ante DQ que se apresta a subir al caballo sin perder tiempo en ponerse las espuelas ni en aparejarle. S objeta a las pretensiones de ambos; le preocupa la mala imagen que dará a sus insulanos un gobernador flameado por los vientos cual pendón henchido. Qué vuelen las brujas en su escoba que tienen más práctica. El duque tercia en la disputa insinuándole al escudero que todo cargo acarrea su servidumbre. Con tanto protagonismo, atención y cortesía que se le dispensa no puede negarse. El duque que conoce su ambición, no tiene más que recordarle la ligazón insula – viaje para que se encomiende a todos los santos y acceda.

Viendo cómo S flojea, en un aparte, DQ le sugiere que puede irse dando una tanda de azotes antes del viaje. S no quiere lastimarse las posas ahora que le espera el duro banco de los lomos de Clavileño; a la vuelta se dará prisa. “Aunque tonto, eres hombre verídico” es la contestación de DQ a un “debe ser menguado” que le propina S a su amo dolido por la propuesta del vápulo.




"...parece que con mil fuelles me están soplando."


1780 - Madrid - Ibarra


El asunto de taparse los ojos primero es el siguiente motivo de retraso. DQ propone que sea el escudero: “que quien de tan lueñes tierras envía por nosotros no será para engañarnos, por la poca gloria que le puede redundar de engañar a quien dél se fía” S le repone que primero ha de vendarse quien monte adelante. Accede DQ a que la dueña Dolorida le tape no sin antes alegar la conveniencia de echar una ojeada al vientre del caballo, por si hay alguien en su interior como en el Caballo de Troya. Dolorida da fe de la buena fe de Malambruno. Agotadas todas las excusas a DQ ya no le queda más que subirse primero, no fueran a dudar de su valentía. S, de mal talante, atrás a mujeriegas por no sentir tanto la dureza. Se dejó vendar no sin antes volverse a descubrir para rogar que rezaran por él. DQ le reprende y le recuerda que no está en las últimas: la linda Magalona ya ocupó su lugar para ser luego reina de Francia. 


A la fuerza ahorcan, convencido S, se cubre los ojos. A la par que DQ gira la clavija, todos los presentes, agrupamiento de dueñas incluido, gritan cómo que vuelan, S se aprieta contra su amo. Con el viento de popa que proviene de unos fuelles levantan el vuelo, a pesar del descreimiento de S que oye gritos cerca. DQ se entretiene en demostrarnos sus conocimientos de astronomía: “debemos de llegar a la segunda región del aire, adonde se engendra el granizo, las nieves; los truenos, los relámpagos y los rayos se engendran en la tercera región, y si es que desta manera vamos subiendo, presto daremos en la región del fuego, y no sé yo cómo templar esta clavija para que no subamos donde nos abrasemos” S cree que ya han llegado a lo caliente ya que sus barbas le huelen a chamusco. Los de fuera prenden la cola de Clavileño que explota al estar relleno de cohetes junto a los dos jinetes que vuelan, ahora sí de verdad, desplomándose sobre el suelo chamuscados y maltrechos. Un pergamino les indica que han cumplido la misión, por lo tanto, las dueñas vueltas a su estado natural desaparecen para disgusto de S que le habría gustado ajustar algunas cuentas. Dulcinea, encantada, pendiente de los azotes por dar de S.




"vieron hincada una gran lanza en el suelo y pendiente della [...] un pergamino liso y blanco"

1833 - Roma - Gentilucci

El informe del viaje de S se basa en la trampa que hizo al bajarse la venda y dice que vio la tierra como un grano de mostaza y a los hombres como una avellana. Imposible que se hace posible por efecto del encantamiento. Cuenta que vio las siete cabrillas, que se apeó de Clavileño y se entretuvo tres cuartos de hora con ellas, un cuarto más que su amo en la Cueva de Montesinos. Mientras tanto el caballo de madera, quieto, demostrando buena doma.

DQ, bien tapado, no vio nada. Duda de que S viera las cabras porque no pasaron por la región del fuego; al menos, no se abrasaron como correspondería. S da pelos, señales y colores de las cabras celestes, pero que no vio macho cabrío de cuernos mayores que los cuernos de la luna.

Los duques se dan cuenta de que S hila fino sin haberse movido del jardín y cambian de tema. DQ ve la ocasión propicia para pasarle factura a su escudero por su incredulidad de los sucesos de la Cueva de Montesinos.





Este comentario pertenece al grupo de lectura del Quijote que coordina y dirige desde La Acequia el profesor D Pedro Ojeda Escudero y ya ha sido publicado en la misma